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Gallardón usó farolas para colgar anuncios 'ilegales'

Una subcontrata municipal actuó como juez y parte

Daniel Verdú

El Ayuntamiento de Madrid usó las farolas de las calles para colocar 400 banderolas publicitarias de una empresa de electrónica, en contra de su propia ordenanza, que reserva estos espacios para difundir grandes acontecimientos o propaganda electoral. Lo hizo el pasado diciembre, a cambio de que la firma pagase dos árboles de Navidad en La Vaguada y la Puerta del Sol, que costaban casi 100.000 euros. Además, quien firmó el convenio y actuó como agencia intermediadora fue la firma que, en nombre del Ayuntamiento, vigila que la publicidad exterior cumpla la ordenanza, Outdoor Consulting.

La Concejalía de Medio Ambiente decidió en 2004 externalizar parte del servicio de contratación y vigilancia de la publicidad exterior de la ciudad. La empresa que ganó el concurso fue Outdoor Consulting. El trabajo que, supuestamente, ha desempeñado esta firma es el de contratar, vigilar y proponer sanciones a empresas de publicidad interesadas en utilizar la ciudad como soporte. Outdoor tiene acceso a expedientes y datos de las compañías porque su trabajo es, en cierto modo, suplantar en ese proceso a la Administración.

Pero en diciembre de 2007 realizó otras funciones. El día 21, la concejal de Obras Públicas, Paz González, y el responsable de la empresa, Carlos José Santos San Julián, firmaron un convenio por el que Samsung pagaría dos árboles de Navidad de 16 metros de altura, y de unos 96.440 euros, en concepto de patrocinio. A cambio, Outdoor Consulting le tramitaba la colocación de 400 banderolas publicitarias en farolas de las calles de Goya, Serrano y Alcalá.

Y la pregunta es: ¿Qué hace la empresa que fiscaliza la publicidad exterior en el Ayuntamiento actuando de "agencia" intermediaria para Samsung?Así, la empresa que maneja información y propone sanciones a agencias y firmas que explotan publicidad en Madrid se dedica a lo mismo que ellas desde la Administración. La zorra al cuidado de las gallinas.

"Pedimos a Outdoor que nos ayudara a encontrar a una empresa patrocinadora porque nosotros no conocíamos ninguna y ella conoce el sector. Nos pusieron en contacto con Samsung", alega Fermín Oslé, coordinador de obras y espacios públicos del Ayuntamiento. Pero les puso en contacto y fue quien firmó el convenio. Oslé niega que el Ayuntamiento pagara dinero a Outdoor por esa intermediación, pero desconoce si se lo cobró a Samsung. Este periódico trató ayer de obtener la versión de dicha empresa sin éxito.

Además, dicha firma promovió un contrato que, según la Ordenanza de Paisaje Urbano, no está permitido: "Con carácter excepcional, el Ayuntamiento podrá autorizar discrecionalmente la utilización de los báculos de alumbrado público, como soporte de publicidad, con motivo de acontecimientos o programas de singular importancia, cultural o deportiva". También se autoriza durante campañas electorales, pero en ningún caso como moneda de cambio para que una empresa pague árboles de Navidad. El PSOE denunció ayer esta situación.

"Consideramos que la Navidad es un evento importante para la ciudad, y los soportes pueden utilizarse para eso", explica Oslé alegando que lo que se decía de la empresa anunciante es que "patrocinaba la Navidad".

La firma contratada por el Ayuntamiento para externalizar el proceso de control y sanción de los soportes publicitarios que no se adaptan a la ordenanza, Outdoor Consulting, actuó como una agencia intermediadora con el convenio de las banderolas de Navidad. Es decir, asumió el papel de las empresas a las que controla. Por ello, el PSOE pidió ayer que se suspenda dicho contrato.

"Ese contrato usurpa competencias que sólo están atribuidas legalmente al Ayuntamiento de Madrid y sus funcionarios", denuncia el responsable socialista de Medio Ambiente, Pedro Santín. "Ahora, el trato de favor viene por la relación privilegiada que tiene esta empresa con el Ayuntamiento. Ese carácter mercantil es anormal e incompatible con la relación contractual con el Ayuntamiento", denuncia el concejal. "Podría haberse embolsado unos 500.000 euros", calcula.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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