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Guipúzcoa se desentiende de los regalos de prendas de Balenciaga

La Diputación reitera que no pertenece a la fundación

La diputada guipuzcoana de Cultura, María Jesús Aranburu, rechazó ayer cualquier tipo de responsabilidad de la institución foral en la desaparición o en el regalo de prendas del modisto Cristóbal Balenciaga adquiridas por el Gobierno vasco y depositadas en la fundación que lleva el nombre del reconocido diseñador.

Aranburu compareció en la Comisión de Cultura de las Juntas Generales a petición de los grupos de la oposición PSE, PP y Aralar. Allí reconoció que la primera referencia que tuvo sobre el regalo de pañuelos y otros complementos por parte del ex responsable de la Fundación Balenciaga y ex gerente de la sociedad Berroeta Aldamar, Mariano Camio, a esposas de cargos del PNV de Getaria y Zarautz fue en la reunión que dicha fundación celebró el pasado 14 de enero. La Diputación y el Gobierno vasco no forman parte de ella y acudieron al encuentro como invitados.

La oposición reprochó a la diputada que no le hubiese informado de este "grave" hecho, que supuestamente ocurrió en 1990, nueve años antes de crearse la Fundación Balenciaga. Aranburu se defendió señalando que, como mera invitada, no creía ser "la persona más adecuada" para airear lo ocurrido. E insistió en que la institución foral no es miembro de la fundación, por lo que se desentendió de lo sucedido. "No es competencia nuestra y la Diputación no tiene nada que decir", indicó, si bien recordó que el asunto está siendo investigado por la Fiscalía y está deseando conocer sus conclusiones para despejar sus dudas. La diputada reiteró la intención de integrarse en la fundación cuando ésta salga de su crisis.

Los grupos de la oposición no se quedaron satisfechos y subrayaron que la Diputación alguna responsabilidad tendrá cuando nombró a Camio gerente de la Sociedad Berroeta Aldamar. Esta sociedad fue creada en 2005 para hacerse cargo de la construcción del Museo Balenciaga -los contenidos quedaron en manos de la fundación- y ahora su ex gerente está siendo investigado por presuntas irregularidades económicas.

Aranburu replicó que la Diputación ya hizo "autocrítica" cuando decidió poner en manos de la Fiscalía las cuentas de Berroeta Aldamar correspondientes a 2006, que se aprobaron "con algunas excepciones". La oposición viene reclamando sin éxito el acceso a esas cuentas. La diputada aseguró que no existe propósito alguno de mantenerlas "ocultas", pero se escudó en que están siendo investigadas por el Ministerio Público, que requiere "un tiempo" para su análisis, para no facilitárselas.

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