Italia, otra vez de luto

Un aficionado del Parma, Matteo Bagnaresi, de 27 años de edad, murió al mediodía de ayer al ser atropellado accidentalmente por un autobús que trasladaba a seguidores del Juventus. El suceso ocurrió en el área de servicio de Crocetta Nord, cerca de Asti, cuando las dos hinchadas se dirigían al estadio Olímpico de Turín para ver el partido Juventus-Parma, que debía disputarse a las tres de la tarde y fue suspendido en señal de luto. Bagnaresi, que precisamente había sido condenado a tres años de alejamiento de los recintos deportivos por invadir el del Parma en 2005 junto a un centenar de tifosi más, iba a regresar ayer a uno por primera vez. Es la tercera víctima mortal que se cuenta esta temporada en Italia en relación con el fútbol.

"El vehículo golpeó al chico con un alerón. Si paramos, nos habrían matado"

Según todas las informaciones, la muerte de Bagnaresi fue accidental aunque se produjo a raíz de un enfrentamiento entre las dos aficiones, que dieron versiones distintas de lo ocurrido.

Según los seguidores del Parma, en el área de servicio se encontraron tres o cuatro autobuses llegados de la ciudad emiliana y uno del Juventus. El conductor de los turineses decidió entonces volver a la autopista para evitar que fuera a más la tensión entre las aficiones, que se estaban intercambiando consignas e insultos. "Al hacer la maniobra para irse, atropelló sin darse cuenta a Bagnaresi, que estaba cerca de las ruedas", dijo un amigo del fallecido.

Según los aficionados del Juventus, su autobús había parado a repostar y ellos estaban tomando un café cuando llegaron dos autocares con más de 50 aficionados del Parma, que empezaron a lanzar botellas y palos contra el suyo y a acercarse a ellos blandiendo cinturones. "Decidimos subir al vehículo y huir a toda prisa. El conductor estaba asustado y arrancó con las puertas abiertas para que subieran dos amigos que trataban de escapar", relató uno de los seguidores del conjunto blanquinegro.

El chófer, que fue detenido por la policía en una zona de descanso tras recorrer un kilómetro de autopista, declaró que no se dio cuenta del atropello.

Otro aficionado juventino afirmó: "Al intentar salir a la autopista, ese chico nos bloqueó el camino y el autobús le golpeó con el alerón izquierdo". "¿Y por qué no os parasteis enseguida?", le preguntó un periodista. "Si paramos, nos habrían matado", le respondió.

La penúltima víctima mortal del fútbol italiano, Gabriele Sandri, aficionado del Lazio, fue asesinado también en un área de servicio en la jornada de la primera vuelta del campeonato que coincidía, en campo contrario, con los partidos de ayer.