"Tengo fijación por los instrumentos e intento sacarles chispas"
La Orquesta Sinfónica de Euskadi estrena mañana (20.00) en el Palacio Euskalduna Danzas secretas, la obra en la que el compositor Luis de Pablo (Bilbao, 1930) convierte el arpa en instrumento solista por primera vez en su prolífica carrera.
Pregunta. ¿Por qué no se había animado hasta ahora a utilizar el arpa como solista?
Respuesta. El arpa es un instrumento por el que siempre he sentido mucha atracción y que he utilizado con mucho gusto en mis composiciones. Pero, efectivamente, no había hecho un concierto para arpa. Bueno, pues ha llegado el momento. Usted puede preguntarse por qué esa fijación por el arpa.
P. Explique por qué.
R. En realidad, tengo fijación por todos los instrumentos. Me gustan mucho, y cuando escribo para ellos intento sacarles chispas. El arpa tiene un registro expresivo muy rico. Y cada instrumento tiene el suyo. Hace falta buscarle las cosquillas, ver dónde está ese registro y usarlo en consecuencia. En el caso del arpa, cada cuerda puede dar tres sonidos, y eso es de lo más misterioso y fantasmagórico, sobre todo en el registro grave.
"No había tantos compositores con talento en España desde el siglo XVIII"
P. ¿Qué destacaría de Danzas secretas?
R. Lo más evidente es que hace del arpa un instrumento protagonista, y eso no es frecuente. Luego, como decía, el arpa no es un instrumento cualquiera y eso se refleja en la obra. ¿En qué? En la dosis de misterio, de embrujo, de ambiente un poco onírico. El arpa es también un instrumento muy solemne, así que, por un lado, está la magia y, por otro, una cierta solemnidad casi ritual, que no religiosa.
P. Hace una década aconsejaba a los jóvenes que querían hacer una carrera sólida como compositores que se marcharan de España, debido a la falta de canales para exponer su trabajo. ¿Continúa dando este consejo o el panorama ha cambiado?
R. Ha habido muchos cambios a mejor. Aún así, les digo que se den un paseo por ahí. No ya porque la vida [musical] en España sea más díficil que en Francia o en Alemania, que lo es aunque la diferencia sea menor que antes, sino porque siempre es bueno que un compositor en sus años de formación vea cosas que a lo mejor en su país no va a ver y se relacione con otros colegas.
P. ¿Pero sí han mejorado los canales de difusión en España?
R. Sí, han aumentado enormemente. Podrían aumentar más, sin duda, pero si pensamos en lo que era nuestro país hace 30 años... Lo que todavía sigue faltando, y no sé durante cuánto tiempo, es que la música de un cierto valor cale en la sociedad, porque está ausente de la formación del individuo. No pretendo que todo el mundo aprenda solfeo en el bachillerato, pero sí que aprenda a escuchar música. ¿Por qué dentro de la enseñanza obligatoria no se dan cursillos de la historia de la música con audiciones? Porque lo más importante es enseñar a los chicos que la música hay que escucharla quieto y callado, que no vale oírla mientras uno se lava los dientes o fríe unos huevos, que requiere respeto y atención.
P. ¿De qué salud goza la composición contemporánea en España?
R. Es muy positiva. Hay muchos compositores, e interesantes; una cantidad considerable. Podría decir ocho, hasta diez compositores mucho más jóvenes que yo que son de un talento enorme. Eso, no le exagero, es la primera vez que ocurre en España por lo menos desde el siglo XVII o XVIII. Ha habido grandes compositores, sin duda, pero han sido poquísimos.
P. Ha escrito cinco óperas. ¿Qué papel juega este género en su trayectoria?
R. Es una vía muy enriquecedora para el compositor. Y en nuestro país tiene, para mí personalmente, un doble interés, porque hay muy poco repertorio operístico en castellano. Eso es una carencia no sólo de la música, sino también de la lengua.
P. Hace más de 30 años que no compone para el cine.
R. Estoy muy agradecido al cine, pero no me gustaba el papel que un músico tiene en la producción de una película. En ella el músico debe ser un subordinado, y a mí ese papel no me gusta.
Un vanguardista
El compositor Luis de
Pablo está considerado
como una de las figuras
más destacadas de la vanguardia musical española. Comenzó sus estudios musicales a los ocho
años y, tres después, ya empezó a componer.
Aunque por cuestiones familiares se vio obligado a cursar Derecho, la música
ha sido su vida.
Trabajador incansable, su catálogo supera el centenar de partituras y abarca todos los géneros. Fue el creador del primer laboratorio de música electroacústica
en España.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.