Ejercicio de autoconfianza

El comportamiento de los mercados de valores en esta semana ha sido el más positivo en los seis últimos meses, lo que plantea la posibilidad de que lo peor de la crisis ya haya sido descontado, precisamente ahora que los datos económicos empiezan a reflejar su impacto.

El Ibex 35 ha ganado en las últimas cuatro sesiones el 3,69%, el mejor registro semanal desde septiembre del año pasado, y con ello puede romper una racha de cuatro meses consecutivos de pérdidas.

Los inversores, que cada día deben hacer frente a la paradoja de ofrecer soluciones a problemas de largo plazo, se encuentran ahora con una cuestión fundamental, la de decidir, también "a bote pronto", si los mercados han terminado con el descuento de la crisis o si, por el contrario, se trata de una especie de "canto de sirena" que oculta los escollos más importantes.

Una de las razones que pueden impulsar a pensar en la primera posibilidad, la de que se ha descontado lo peor de la crisis, está en las generosas y rápidas ayudas que están recibiendo las entidades financieras para afrontar los problemas de liquidez, incluso los más graves. Los inversores saben que ese flanco está cubierto y ya sólo les queda la incógnita de cuantificar la crisis, es decir, cuándo y cuánto y, sobre todo, cómo va a afectar a los resultados empresariales.

En esta semana el comportamiento del mercado de valores español, con una importante concentración de actividad en torno a los grandes valores, apunta hacia el dominio casi exclusivo de las operaciones por parte de la inversión profesional, ligada a los contratos de opciones y futuros. En varias sesiones el 50% del total negociado en el mercado abierto lo han aportado las operaciones con títulos de Telefónica y los bancos Santander y BBVA.

Esto no quiere decir que el resto de los valores no haya contado con el interés de los inversores, pero ha sido en general subsidiario de la tendencia marcada por los grandes.

El culebrón del sector eléctrico empieza a pasar a un segundo plano, a pesar de que cada día aparecen nuevas quinielas con ajustes, a veces inverosímiles, del mapa eléctrico.

A falta de otros alicientes, las empresas empiezan a tentar a inversores y accionistas con unos dividendos bastante atractivos y que, hasta el momento, juegan con la posibilidad del mantenimiento del nivel de ingresos, al menos para los primeros pagos a cuenta de los beneficios del actual ejercicio.

En cuanto a los indicadores económicos, sólo hay que reseñar que cumplen los pronósticos y que confirman el enfriamiento de la economía estadounidense, junto con la fuerte presión sobre los precios en Europa.

La contratación se ha mantenido por encima de los 5.300 millones de euros diarios, siempre gracias a los grandes valores, al tiempo que las operaciones del mercado abierto han ofrecido una media de 3.794,39 millones de euros, también gracias a los grandes.