"Crecemos más que el conjunto del sector asegurador"
El grupo de salud ha alcanzado el liderazgo en pocos años con ayuda de compras y fusiones
Hemos comprado tres hospitales en 2007 y tenemos una actitud proactiva respecto a las adquisiciones corporativas, aunque el grueso de nuestro crecimiento lo confiamos al desarrollo de nuestra actividad", explica Javier Murillo Ferrer, consejero y director general de Adeslas, uno de los primeros grupos sanitarios privados de España (cuenta con 33.000 facultativos en su cuadro médico, 12 hospitales con 1.000 camas, 1.100 centros de atención médico-asistencial y 300 clínicas concertadas).
Madrileño de 47 años, ingeniero industrial y MBA por el Instituto de Empresa, entre otros estudios y títulos, Murillo ha trabajado anteriormente en consultoría (Accenture) y en medios de comunicación (Grupo PRISA).
"Éste es un negocio de volúmenes. Tenemos que buscar economías de escala tanto en la prestación como en la compra de servicios sanitarios"
"Adeslas cerró 2007 con 1.231 millones de euros de facturación, un beneficio neto de 75,5 millones, nada de deuda y 300 millones de tesorería"
Pregunta. ¿Qué es Adeslas?
Respuesta. Un grupo dedicado a la atención sanitaria privada. Hace sobre todo aseguramiento, seguro de salud, y es la compañía líder en España con casi tres millones de asegurados en 2007. A lo largo de los años Adeslas se ha ido extendiendo a dos actividades adicionales: la provisión directa de servicios sanitarios, es decir, no solamente aseguramos sino que también prestamos servicio, y la colaboración con las administraciones públicas en materia de sanidad, campo en el que hemos sido muy activos en los últimos años.
P. ¿Quiénes son sus socios?
R. La historia de Adeslas es un poquito larga, pero su configuración y su filosofía actual parte sobre todo de la entrada en su capital de Aguas de Barcelona en 1988. Ve en nosotros y en este mercado una oportunidad que encaja bien con su estrategia de diversificación. Creo, además, que desembarcó en el mejor momento. En unos años en los que el seguro de salud era una actividad muy fragmentada y muy local, lo que le permitió impulsar a través de Adeslas la concentración del sector y abordar un rápido crecimiento mediante la adquisición de muchas de esas pequeñas compañías y de sus redes locales y provinciales. Al final eso termina con una fusión, en 1990, de 19 pequeñas aseguradoras de salud, que alumbró con su integración en Adeslas el proyecto de la tercera mayor empresa del sector. Es decir, a partir de 1991 arranca una nueva Adeslas, completamente diferente de la anterior, con una nueva organización, una nueva estructura y una nueva marca, si queremos llamarlo así, que nos ha permitido convertirnos en poco tiempo en la primera compañía del sector.
[Aguas de Barcelona dio entrada como socio a principios de los noventa al grupo francés Médéric, y hoy cuenta la primera con el 54,79% del capital de Adeslas y la segunda con el 45%].
P. ¿Y en grandes cifras?
R. Adeslas facturó el pasado ejercicio 1.231 millones de euros. De esa cantidad, 1.069 millones los aportó el seguro de salud, y el resto la actividad de la provisión de servicios sanitarios. Un 16% o un 17% de nuestra facturación corresponde a la provisión de servicios, pero exclusivamente a la que damos a terceros. En realidad, si se consideran los servicios de provisión internos, los que nos damos a nosotros mismos, las cifras serían más abultadas. Básicamente, por tanto, somos una aseguradora, que es nuestro negocio fundamental y del que partimos, pero tenemos ya una parte significativa, que es la que más crece, en la actividad de provisión de servicios.
P. ¿A qué tasas crecen?
R. El conjunto de nuestro negocio creció en 2007 un 13% en facturación. Es decir, por encima del crecimiento que registra el seguro de salud en España, que lo ha hecho en torno al 10% en los últimos años. Y hago la comparación con la parte más dinámica del seguro, porque el seguro en su totalidad, me parece que tengo aquí las cifras, ha crecido sólo un 3,9%.
P. Hablemos de beneficios.
R. Hemos cerrado 2007 con un beneficio neto de unos 75,5 millones de euros y con un crecimiento anual del 16%. Facturación y beneficios están progresando de forma bastante acompasada en los últimos años.
P. ¿Inversiones?
R. Estamos dedicando anualmente a inversiones recurrentes, a las que alimentan el crecimiento vegetativo u orgánico de nuestro negocio, alrededor de 35 millones de euros. Y adicionalmente estamos haciendo inversiones en adquisición de compañías. En el negocio hospitalario estamos creciendo vía compras. Así, en 2007, hemos adquirido tres nuevos centros hospitalarios en Vitoria y Canarias. El volumen de estas inversiones depende del número y la magnitud de oportunidades que se nos presenten. Tenemos una actitud proactiva desde el punto de vista de estas adquisiciones corporativas, aunque el grueso de nuestro crecimiento lo confiamos al desarrollo de nuestra actividad.
P. ¿Buscan en la mayor dimensión economías de escala?
R. El proceso de concentración y consolidación ha sido muy importante en los últimos años, pero no ha terminado. Éste es un negocio de volúmenes y, más aún, en nuestro caso porque no sólo tenemos que buscar esas economías de escala en la prestación de servicios al cliente sino también en la compra de servicios sanitarios. El tener un volumen más amplio tiene efectos claramente positivos.
P. ¿Qué deuda tienen?
R. Ninguna. Tenemos tesorería positiva debido, sobre todo, a que el nuestro es fundamentalmente un negocio financiero. Además, crecemos con un fondo de maniobra negativo. Nos financiamos en buena medida, podríamos decir, a través de las compras a nuestros proveedores. Adeslas tiene en este momento unos 300 millones de euros en tesorería. El crecimiento de nuestro negocio genera una caja ingente que nos permite financiar buena parte de las adquisiciones que hacemos y además repartir unos buenos dividendos a nuestros accionistas.
P. ¿Qué les diferencia de Sanitas o de otros competidores?
R. Bastantes cosas. La más importante, creo, radica en nuestra voluntad de posicionarnos en el mercado de seguros de asistencia sanitaria como la compañía que ofrece a sus clientes, o al menos que trata de ofrecerles siempre, la mejor relación entre la calidad de nuestros servicios y el precio que solicitamos por ellos. Llevamos años haciendo un esfuerzo muy importante en esta política de transferir al cliente las mejoras de coste y de calidad que somos capaces de conseguir a lo largo del tiempo. Esto, por ejemplo, nos ha hecho crecer de una manera muy decidida en el mercado corporativo, en el mercado de seguros de servicios sanitarios de empresa. Y las grandes empresas son clientes informados y exigentes a la hora de contratar estas coberturas de asistencia para sus empleados.
P. ¿Alguna otra diferencia?
R. El segundo rasgo importante que nos distingue de los competidores, en mi opinión, es el énfasis que ponemos en crear y ofrecer distintos tipos de productos, distintos tipos de cobertura, para adaptarnos mejor a una demanda, a unas necesidades, cada vez más variada y compleja de los clientes. No todo el mundo busca lo mismo en esta sanidad complementaria de la pública o privada. Hay gente que busca coberturas totales y quien demanda coberturas específicas. Adeslas tiene hoy una cartera de productos amplia que le permite ofrecer casi a cada cliente uno que satisfaga sus necesidades y que no le obligue a pagar cantidad adicional alguna por coberturas que no necesita o desea. Y una tercera diferencia con nuestros competidores es nuestra apuesta por la prevención.
P. ¿Podría ser más explícito?
R. Queremos que nuestros clientes no sólo reciban la prestación sanitaria cuando la necesiten, sino facilitarles además ayuda e información para preservar en buen estado su salud el mayor tiempo posible. Y hemos articulado además varios programas de detección precoz de la enfermedad dirigidos a los distintos tipos de clientes con que cuenta Adeslas.
P. ¿Van a entrar en los seguros de dependencia?
R. Tendremos el hueco que el sistema nos deje. Lo que ha habido durante la pasada legislatura ha sido una definición inicial de lo que es o puede ser el sistema de dependencia, y en esa articulación se nos ha dejado muy poco hueco, aunque no se nos ha cerrado totalmente la puerta.
"No es contradictorio defender al tiempo la sanidad pública y la sanidad privada"
"Una sociedad desarrollada y moderna como la nuestra necesita un sistema público de salud", lo creo firmemente y no veo antagonismo en afirmarlo y defender al tiempo la industria privada de la salud, señala el director general de Adeslas. "Hay una garantía de prestación de ciertos servicios sanitarios al ciudadano que corresponde a los poderes públicos, así como su financiación y provisión", explica, pero la prestación puede hacerla directamente o buscar alternativas, a través de la colaboración con la industria privada, que aporten mejoras en la calidad y en la eficiencia de los recursos empleados tanto para el usuario como para la Administración y siempre bajo supervisión del poder público. No es imprescindible que la Administración efectúe directamente las prestaciones.
P. ¿Una especie de sistema de peaje a la sombra como el de las autopistas?
R. No veo que tengamos que ser muy diferentes. Ese modelo se utiliza frecuentemente en las autopistas, en el abastecimiento de agua y en otros servicios públicos. Nosotros apostamos hace diez años por una experiencia de colaboración entre sanidad pública y privada en la Comunidad de Valencia, que está funcionando muy bien, y seguimos siendo partidarios de ella. Ganamos junto a otros socios un concurso público convocado en esa comunidad para asumir la financiación, construcción y explotación del hospital de Alzira, que debe atender a una población de unas 200.000 personas. Lleva ocho años funcionando relativamente bien, aportando eficiencia y generando satisfacción en los usuarios. Y siempre supervisados estrechamente por la Administración.
P. ¿Por qué son más eficientes?
R. Cobramos, como se hace en otros servicios públicos, una cantidad fija. La Administración de alguna forma nos está transfiriendo el riesgo de la prestación. Es decir, cobramos lo mismo tengamos que prestar mucha o poca atención sanitaria, nos cueste más o nos cueste menos. Evidentemente, tenemos un incentivo como gestor privado, que es el tratar de maximizar nuestra utilidad, pero la Administración nos transfiere un riesgo. De ahí la necesidad de aplicar técnicas de gestión más modernas aplicadas con éxito en otros sectores para, sin menoscabo alguno de la calidad y la extensión de los servicios que prestamos, obtener mayores rendimientos.
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