Medio Ambiente somete la ejecución del plan vigués a un control "exhaustivo"
Todos los ámbitos de actuación se supeditarán a algún tipo de análisis ambiental
El Ayuntamiento de Vigo puede seguir adelante con la tramitación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), pero, una vez aprobado por la Xunta, deberá someter todos sus ámbitos de desarrollo a un "exhaustivo análisis" ambiental, derivado de una proyección demográfica "demasiado ambiciosa". Además, 40 de sus actuaciones estratégicas requerirán declaración de impacto ambiental, debido a su "magnitud y complejidad".
La Xunta mantiene que la proyección demográfica del PXOM es excesiva
La resolución de la Consellería de Medio Ambiente, firmada ayer, exime al Plan Xeral de Ordenación Municipal de la obligatoriedad de someterse a una evaluación ambiental global, lo que supone el desbloqueo de un documento urbanístico que cumple su octavo año de tramitación administrativa. Cuando el Ayuntamiento de Vigo reciba la notificación, podrá remitir el plan y la resolución de Medio Ambiente a la Consellería de Política Territorial, que dispondrá de tres meses para emitir su informe definitivo, aunque la conselleira María José Caride se ha comprometido a emplear sólo uno.
La Dirección Xeral de Desenvolvemento Sostible declara en su resolución que no es necesario someter el Plan Xeral en su conjunto a evaluación ambiental. Lo hace "a la vista de los bienes jurídicos e intereses públicos que hay que proteger", y teniendo en cuenta "el proceso de participación pública realizado, los costes económicos y sociales y el nivel de integración que la protección del medio ambiente alcanza en el PXOM". El respeto ambiental, añade la consellería, "estará garantizado" a través del sometimiento de evaluación ambiental "de los futuros trámites sobre los ámbitos de desarrollo" del nuevo plan.
Esa evaluación ambiental por separado se justifica en un capítulo de la resolución dedicado a la proyección demográfica. La previsión de 112.661 viviendas contemplada en el documento, aprobado en diciembre por el Ayuntamiento de Vigo con el voto en contra del PP, es "demasiado ambiciosa, teniendo en cuenta la evolución demográfica registrada en Vigo en los últimos años". Para evitar "riesgos de desacoplamiento" entre la necesidad de vivienda y su construcción, "se hace necesario que todos los ámbitos sean sometidos a un exhaustivo análisis" que permita controlar el desarrollo del plan y sus afecciones. "Así, todos los ámbitos de actuación deberán someterse" a evaluación ambiental estratégica o a evaluación ambiental de la consellería.
Las garantías se refuerzan en 40 actuaciones con ordenación detallada, y por tanto de ejecución directa, en las que, debido a su "tamaño, ubicación, magnitud y complejidad", se exigirá declaración de impacto ambiental. Entre esas actuaciones se encuentran algunas muy significativas, tales como Guixar, Estación Intermodal, Beiramar, Samil o Plaza de España. Se trata de proyectos que "producirán efectos de magnitud y complejidad", debido a su "tamaño, carácter acumulativo y afectar a áreas sensibles". La resolución de Medio Ambiente obliga a acompañar esas actuaciones de estudios que actualicen la demanda de viviendas previstas, de estudios de paisaje y de planes de restauración de hábitats naturales, entre otras exigencias.
Satisfacción de Abel Caballero, malestar del PP
La botella está medio llena para el gobierno local de Vigo, que celebró ayer el informe de la Consellería de Medio Ambiente por "blindar jurídicamente" un documento "impecable, según el alcalde, el socialista Abel Caballero. El regidor vigués apuntó que el documento de la Xunta es "absolutamente favorable" y "da luz verde" a la tramitación por parte de la Consellería de Política Territorial para la aprobación definitiva del Plan Xeral de Ordenación Municipal. Caballero confía en poder remitir el próximo lunes el documento a la consellería que dirige María José Caride, para que se ponga en marcha el reloj de la aprobación definitiva del plan.
El BNG, socio del PSOE en el gobierno vigués, también expresó a través del teniente de alcalde, Santiago Domínguez, su valoración "altamente positiva" del informe de Medio Ambiente, que "certifica que el plan cumple los requisitos para ponerlo en marcha". Domínguez atribuyó la resolución de la Xunta a que "las cosas en la última etapa de la tramitación del PXOM se hicieron bien".
El PP, en cambio, realizó una lectura distinta, al acusar a Medio Ambiente de "cambiar de opinión de forma sectaria y partidista". El concejal popular José Manuel Figueroa culpó a la Xunta de "boicotear" el plan durante el mandato de Corina Porro y emitir un informe favorable "cuando pasaron las elecciones". Figueroa, cuyo partido votó en contra del plan, admitió que se trata "casi del mismo documento" que propugnó el PP.
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