Multas, dos meses después
Barcelona ya puede sancionar por el mal uso de agua potable. La Entidad de Medio Ambiente (EMA), que agrupa a 33 municipios del área metropolitana, aprobó ayer la modificación del reglamento que le permite multar a todo ciudadano o empresa que emplee agua de boca para cualquier otro uso.
Las sanciones, que oscilan entre los 30 y 3.000 euros, cubren un fleco legal abierto desde hace casi dos meses. El retraso se ha debido a un error de cálculo administrativo. Desde hoy, se sancionará con 30 euros a quien lave el coche utilizando agua potable, y 50 euros a quien la utilice para regar jardines de menos de 250 metros cuadrados de superficie. Las sanciones aumentan a medida que se agranda el jardín o piscina en cuestión. En caso de reincidir, se podría precintar la toma de agua potable.
Resuelta la traba legal, la incógnita reside en cómo controlará la EMA el uso del agua. Pocos confían en que su vecino sacrifique su piscina ante autoridades que no pueden registrar, sin permiso, propiedades privadas.
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