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Esmelle lleva sus molinos a la ONU

Un proyecto vecinal concursa en Dubai por el premio al desarrollo sostenible

Cuatro riachuelos cruzan el valle de Esmelle hasta llegar al mar. Por el camino, las aguas tropiezan con las piedras de 22 aceñas o molinos harineros con más de 200 años de historia abandonados y en ruinas hasta que los vecinos se aliaron para rescatarlos del olvido.

Un grupo de 25 voluntarios dedica su tiempo libre a remozar aceñas El 'Proyecto Esmelle' recuperó 22 molinos con 200 años de historia

Hace cinco años que la asociación vecinal de Esmelle se embarcó por su cuenta y riesgo en la recuperación del patrimonio "material e inmaterial" de esta parroquia pegada a la costa ferrolana. Trabajo voluntario y fondos propios para revalorizar un legado etnográfico único están detrás del Proyecto Esmelle, seleccionado por el Ministerio de Vivienda para concursar en Dubai por el VII Premio Hábitat, que anualmente conceden las Naciones Unidas (ONU) a las buenas prácticas medioambientales en la categoría de desarrollo territorial y urbano sostenible.

"Es un impulso muy importante", señala Manuel Lorenzo, que se define como "uno de los padres de la criatura". El otro progenitor del proyecto es Rafael Beceiro. En el verano de 2003, ambos crearon un grupo con 25 voluntarios de la parroquia que dedican "entre 3 y 4 horas los domingos y festivos" a limpiar la maleza, remozar muros, paredes y tejados y poner alguna molienda a funcionar. Lo hacen recuperando el sistema hidráulico que actúa como motor ecológico: dos grandes piedras circulares y planas, una fija y otra volante que gira con el río y entre las que se machaca el grano para extraer la harina. Desde que el Comité Habitat español les comunicó oficialmente su candidatura hace unos días, trabajaron contrarreloj para traducir al inglés toda la documentación.

En la singular orografía de Esmelle confluyen hasta cuatro regatos que se agolpan en el río Xunto para desembocar en la playa de San Xurxo. La abundancia de cauces favoreció que proliferaran en la misma zona hasta 22 molinos harineros al borde del agua. Diecisiete de los 22 figuraban en el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1752 inscritos, casi todos, como propiedades privadas que ahora ceden sus propietarios para la rehabilitación. "Con el paso de los años y el desuso, la naturaleza salvaje invadió los molinos hasta ocultarlos casi por completo" señala Beceiro. Cinco años después de su inicio, el Proyecto Esmelle ha rescatado del olvido cuatro de los 22 molinos, entre ellos el de O Ferreiro, el más grande con casi 200 metros cuadrados, y las aceñas de Otero, Lavandeira y As Salgueiras. Además, entre molinos han colocado una estatua del Mago Merlín que en la obra de Álvaro Cunqueiro siempre vivió en "la selva de Esmelle", como un guiño literario a las mágicas leyendas que circulan de boca en boca por el valle.

Hasta ahora se han invertido unos 48.100 euros en total, apuntan desde la entidad vecinal. Una parte de esos fondos procede de subvenciones. El Premio Habitat de la ONU distingue con 30.000 dólares (unos 46.000 euros) a los 12 mejores proyectos del mundo. Sin embargo, el de Esmelle, seleccionado por el comité español junto a otros nueve proyectos entre casi un centenar de solicitudes, tendrá que superar antes varias cribas internacionales en su camino hacia la final de Dubai.

"Estar aquí ya es un logro" reconoce Manuel Lorenzo, ex edil socialista en Ferrol. El certamen se fallará en octubre. Hasta entonces, los vecinos se marcan nuevas metas. "Queremos crear un aula didáctica y un pequeño museo etnográfico en el molino de O Ferreiro", destaca Rafael Beceiro, que propone regenerar el entorno con árboles autóctonos con la ayuda de los escolares de Esmelle, recuperar un hórreo y un castro celta y habilitar antiguas fuentes y lavaderos públicos. También quiere señalizar los caminos de senderismo formando una singular "ruta para los sentidos" con los olores, sabores y formas de antaño. En 2005, la Xunta distinguió el Proyecto Esmelle con un accésit del Premio Agader (9.000 euros) por el trabajo voluntario de los vecinos para dinamizar el entorno rural con una iniciativa tan pionera como ecológica.

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