Puente musical entre culturas

El diálogo entre civilizaciones parece posible, al menos a través de la música. La tercera edición del Festival de Músicas Contemplativas de Santiago, que concluyó anoche, cumplió con el objetivo de abrir una ventana al acercamiento entre culturas y religiones muy diversas entre sí. El certamen comenzó con polémica por la negativa del Arzobispado de Santiago a que el grupo iraní Ensemble Rezvan actuase en la iglesia de San Fiz de Solovio, olvidado gracias al gran éxito de público, con aforo completo en todas las actuaciones, y a la calidad de los grupos.

La actuación de Ensemble Rezvan se celebró finalmente a escasos metros de distancia, en la iglesia de la Universidad, que depende de la entidad académica, pero la decisión eclesiástica dejó flotando la idea de que el diálogo cultural y entre religiones seguirá encontrando obstáculos si todas las partes no hacen un mayor esfuerzo por entenderse y por no inventar problemas donde no existen. La calidad musical de la formación iraní hizo olvidar cualquier polémica y el hecho de que dos mujeres participasen en el concierto rompió algún tópico sobre el papel de la mujer en los países árabes.

El festival sí que cumplió sobradamente con el objetivo de ofrecer a los miles de visitantes que recibe Santiago durante la Semana Santa una actividad cultural de una indudable calidad y, además, con entrada gratuita.

El único inconveniente de que los conciertos sean gratuitos son las largas colas que tuvo que soportar el público para acceder a las iglesias. Mucha gente se quedó fuera debido al escaso aforo de algunas de ellas e incluso hubo algún incidente verbal por parte de los más enfadados al quedarse sin poder entrar.

Lo más positivo fue la variedad y calidad musical de los grupos participantes. Hubo momentos intimistas, como la apertura del ciclo con el Stabat Mater de Pergolesi a cargo del grupo Ricercar Consort; actuaciones que llamaban la atención por su exotismo, como las celebradas el Jueves Santo con la presencia del Coro del Patriarcado de Moscú y de los iraquíes Maqamat Ensemble; y conciertos de estructura más clásica, entre los que destacó el protagonizado por el grupo de cámara The English Concert que presentó un programa integrado por obras de Händel.

Hay que destacar también el buen criterio de los organizadores a la hora de elegir a los grupos participantes, ya que todos ellos reunían la calidad necesaria para consolidar a este festival como una de las citas más destacadas de la música con contenido espiritual en España.