Luz cambiante para un castillo único
Un ordenador programará la iluminación de Manzanares como la del Louvre
El castillo de Manzanares el Real, a 53 kilómetros al noroeste de Madrid, dispondrá de una iluminación programada pionera en España, inspirada en la que baña de luz los muros del Museo del Louvre, en París. "Consiste en un dispositivo para la iluminación monumental con bombillas de halogenuros metálicos, en forma de velas; está conectado a un ordenador que permite modularlas en consonancia con las demandas de luz de cada estación anual, acto o espectáculo", explica el arquitecto Ginés Sánchez Hevia, autor del proyecto ganador del concurso convocado por la Comunidad de Madrid, cuya Dirección General de Turismo regenta la fortaleza.
"La nueva iluminación prevista consiste en que el foco parte desde el interior mismo del monumento, favorece su proyección selectiva sobre los puntos que se desea esclarecer, subraya volúmenes o formas a voluntad y elude cualquier rebote cegador desde los paramentos monumentales", agrega. "Evita, además, la contaminación lumínica tan denostada por organizaciones ecologistas", precisa Sánchez Hevia, que ha presupuestado el coste de la aplicación en 362.000 euros.
El nuevo sistema permitirá alumbrar la fortaleza según cada estación anual
La Consejería de Cultura y Turismo del Gobierno regional impulsa también el ajardinamiento del contorno castellano, con un tipo de vergel a base de plantas renacentistas y medievales, cuyo proyecto le ha sido encomendado a la arquitecto-paisajista Ana Luengo.
El castillo de Manzanares el Real, atribuido a Juan Guas, constructor del toledano monasterio de San Juan de los Reyes, fue edificado a partir de 1475 y culminó en la centuria siguiente. Su estilo incluye elementos medievales y renacentistas isabelinos. Fue restaurado por el arquitecto historicista Vicente Lampérez y remozado en sucesivas etapas por la Comunidad de Madrid, que acaba de editar una guía gratuita donde se relata su historia. Propiedad de la familia Mendoza, la fortaleza, enclavada frente al embalse de Santillana y la histórica dehesa de La Finojosa cantada por el arcipreste de Hita, vertebraba el territorio somontano del macizo berroqueño de La Pedriza y controlaba los pasos de la sierra cuyos portazgos procuraron a sus dueños, duques del Infantado, oro y poder. Ahora, decorado al estilo de la época, es visitable. Aunque restaurado, tiene una zona semiderruida en su ala norte con excavaciones arqueológicas.
Castillo de Manzanares el Real. Martes a viernes, de 10.00 a 17.00. Sábado y domingo, hasta las 19.00.
