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La carrera hacia la Casa Blanca

La agenda de Hillary Clinton pone en duda su experiencia

El abogado presidencial Bruce Lindsey borró de los 11.000 folios toda referencia a la senadora en el 'caso Whitewater'

Hillary Clinton ha asegurado en numerosas ocasiones a lo largo de la carrera electoral que tiene más experiencia y está más preparada para ser presidenta de Estados Unidos que su rival, Barack Obama. La candidata dice haber sido mucho más que una simple primera dama durante los ocho años de presidencia de Bill Clinton, reclamando para sí misma un papel clave en asuntos como la reforma de la sanidad pública o la gestión de diversas crisis internacionales. Los 11.000 folios de su agenda personal en la Casa Blanca, difundidos el miércoles pasado por orden judicial, poco prueban de estas reivindicaciones.

Los documentos no prueban que tuviera un papel clave en la paz del Ulster
La ex primera dama ha cambiado de opinión sobre el TLC en los últimos años
La senadora estaba en la Casa Blanca cuando su marido se citaba con Lewinsky
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Los diarios, publicados por la Biblioteca Presidencial William Jefferson Clinton revelan, sobre todo en sus primeros meses, una agenda plagada de actos de contenido político, como reuniones con senadores y viajes oficiales. Entre 1993 y 1994, la ahora candidata presidencial trató de reformar el sistema sanitario de Estados Unidos, garantizando cobertura médica universal a todos los ciudadanos. Cuando el Congreso tumbó su propuesta, Clinton comenzó una agenda más discreta y centrada en un papel protocolario, con visitas a centros educativos, hospitales y museos.

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La candidata había calificado la desclasificación de estos archivos como todo un acto de "transparencia". Sin embargo, antes de su publicación, el abogado del ex presidente Clinton, Bruce Lindsey, borró personalmente de estas páginas cualquier referencia a la investigación federal a la que se enfrentó la primera dama en enero de 1996 por el escándalo financiero Whitewater.

"Estos documentos han sido blanqueados", dijo ayer Chris Farrell, jefe de investigaciones de la asociación conservadora Judicial Watch, que pidió la publicación de esta agenda en enero de 2006. Los Archivos Nacionales, de los que depende la Biblioteca Clinton, tardaron 18 meses en darle una respuesta. Al final Farrell presentó una denuncia que ha llevado, esta semana, a la desclasificación de los archivos. "De todos modos no nos esperábamos ninguna sorpresa. Al fin y al cabo un abogado que ha trabajado 30 años para los Clinton ha censurado todas las páginas".

- Whitewater. Fue una investigación judicial liderada por el fiscal Kenneth Starr entre 1994 y 1998, centrada en torno a una supuesta apropiación indebida de fondos por parte del matrimonio Clinton. David Hale, juez del Estado de Arkansas, acusó a Bill Clinton de forzarle a prestar 300.000 dólares a Susan McDougal, amiga y socia empresarial del matrimonio Clinton en la empresa inmobiliaria Whitewater, creada en 1979. Los Clinton nunca fueron acusados formalmente en este caso, pero McDougal llegó a pasar 18 meses en prisión por obstrucción a la justicia.

Hillary Clinton, como abogada del bufete Rose Law Firm, defendió a McDougal en una investigación dirigida por jueces designados por su propio marido, en calidad de gobernador de Arkansas. La ex primera dama asegura que hizo un "trabajo mínimo" en la defensa de sus amigos, dejando el grueso del caso a un colega. Los documentos legales de su trabajo como abogada en Arkansas se perdieron hasta el 4 de enero de 1996. Aquel día, su asistente Carolyn Huber los encontró por sorpresa en la biblioteca de la Casa Blanca. Los archivos demostraban que trabajó 60 horas para los McDougal. Razón suficiente para el fiscal para sentarla en el banquillo como testigo.

Clinton fue la primera consorte presidencial de la historia en enfrentarse a una citación judicial, aunque al final no fue imputada. Los primeros días de enero de 1996 son sin duda importantes para analizar cómo se enfrentó la entonces primera dama a esta crisis. Sin embargo, de los archivos publicados el miércoles se han borrado las menciones relativas a aquella investigación. El 16 de enero, por ejemplo, sólo se menciona que Clinton fue entrevistada en un programa de la cadena NBC en Nueva York. A juzgar por estos archivos, la candidata se presentó ante el juez sin haberse reunido con su abogado o haber preparado su comparecencia.

- Tratado de Libre Comercio. Cuando a principios de marzo Hillary Clinton se enfrentaba al reto de ganar las primarias en Ohio, un Estado con una abultada clase trabajadora y elevados índices de desempleo, criticó el Tratado de Libre Comercio (TLC) con México y Canadá como "un error". "Necesitamos un acuerdo más duro. Todos quieren entrar a hacer negocio en nuestro mercado. Deberíamos dejar de regalar nuestros recursos de una forma tan cándida", dijo en febrero.

Sus archivos demuestran que la candidata ha cambiado de opinión sobre este tratado en los últimos años. El 10 de noviembre de 1993, dos meses antes de que el acuerdo entrara en vigor, la entonces primera dama organizó una "conferencia sobre el TLC" en la sala 450 del Edificio Ejecutivo adjunto a la Casa Blanca, en la que defendió las bondades de este tratado. Ciento veinte personas, entre ellas un buen número de senadores y representantes, acudieron al encuentro.

- Acuerdos del Viernes Santo. En un intento de demostrar su experiencia en diplomacia internacional, Clinton dijo el pasado 5 de marzo en una entrevista a la cadena de televisión CNN: "Yo ayudé a traer la paz a Irlanda del Norte". Esta reivindicación es difícil de refutar con las agendas diarias publicadas el miércoles.

Es cierto que la primera dama viajó a Irlanda del Norte en cinco ocasiones, dos sola y tres acompañando a su marido. Pero en uno de los días de 1998 en que católicos y protestantes negociaban febrilmente en Belfast para llegar a lo que sería el acuerdo de paz del Viernes Santo, Clinton estaba en el Club Nacional de Prensa de Washington en un acto de homenaje a la congresista fallecida Bella Abzug. El día de la firma del acuerdo, el 10 de abril de 1998, se reunió en su despacho con la entonces primera dama filipina, Amelita Ramos.

- Lewinsky. En estas 11.000 páginas se da cuenta también de las actividades de la primera dama en los días en que su marido tuvo sus supuestos encuentros sexuales con la becaria Monica Lewinsky. En al menos siete de aquellos días en que Bill Clinton se vio en secreto con Lewinsky en el Despacho Oval, su mujer se encontraba en la Casa Blanca. El 28 de febrero de 1997, uno de los días en que la becaria alegó que había mantenido sexo oral con el presidente cerca de su oficina, la primera dama tuvo cinco reuniones privadas muy cerca: en el Salón de Mapas y la Sala de Recepciones Diplomáticas.

- El cheque de 50.000 dólares. El 9 de marzo de 1995 el empresario Johnny Chung visitó la Casa Blanca con un cheque de 50.000 dólares (34.000 euros) en el bolsillo. Nacido en Taiwan, este hombre de negocios regentaba una empresa de envío de publicidad por fax y, a través de cuantiosas donaciones al Partido Demócrata, consiguió hacerse un fugaz hueco en la élite política de Washington. Llegó a visitar en 49 ocasiones los despachos de la Casa Blanca.

Chung se declaró culpable en un caso de financiación ilegal y dijo en su juicio que los más de 300.000 dólares que había donado al Partido Demócrata provenían del Ejército chino, "porque al Gobierno le gustaba el presidente Clinton". El mismo día en que el empresario trajo su famoso cheque a la Casa Blanca, Hillary Clinton se fotografió con él en el Salón de Mapas. Chung lo reveló en su juicio, y tenía la foto para demostrarlo. Pese a todo, la agenda de aquel día se ha eliminado convenientemente el nombre de Chung, cubierto por una mancha de corrector blanco.

Hillary Clinton en un acto electoral en un instituto de la ciudad de Anderson.
Hillary Clinton en un acto electoral en un instituto de la ciudad de Anderson.AP
Hillary Clinton en un acto electoral en Detroit.
Hillary Clinton en un acto electoral en Detroit.AP

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