Esta multa se paga, aquí o en Malta
La Comisión Europea quiere interconectar los registros para que los conductores no queden impunes por infracciones cometidas fuera de su país
Cuando a Pepe le pilla un radar en Teruel, con toda seguridad tendrá que pagar la multa; pero si uno de esos ojos controladores le sorprende a más velocidad de la permitida en Francfort, Bruselas, Estonia o Londres, es muy probable que no le cueste ni un euro. La Comisión Europea ha dado un educado puñetazo en la mesa ante esa situación, y ha anunciado que adoptará una directiva que obligue a la interconexión de los registros de matriculación de todos los países miembros de la UE para luchar contra la "impunidad total" de los conductores que cometen infracciones de tráfico fuera de su país de residencia.
Actualmente las policías europeas que no paran en el momento al infractor carecen de la posibilidad de identificarlos o verificar su dirección. Hasta ahora, la persecución transfronteriza de las infracciones de tráfico se trababa con acuerdos bilaterales. Según fuentes de la Comisión, los conductores no residentes representan de media un 5% del tráfico de cada socio de la UE, pero cometen entre el 2,5% y el 30% de las infracciones, informa Efe.
Además de garantizar que ese conductor que ha infringido el Código de la Circulación vaya a recibir la multa sea cual sea el país europeo en el que resida, también se evitará, aseguran fuentes de Tráfico, la típica excusa de: "Es que conducía un amigo que tengo en Roma o un primo sueco". En la propuesta de Bruselas, que espera implantar en dos años, también se incluye un modelo europeo de notificación, que será remitido al propietario del vehículo en el idioma de su país de residencia.
Esta red europea de intercambio electrónico, que facilitará en principio, matrícula, modelo y propietario del automóvil, será útil para los casos en los que no se detiene en el momento al vehículo. Porque si los agentes hacen parar al conductor (y esto sucede actualmente y es común en toda la UE) será en ese instante cuando le denuncien y le cobren la multa. Si el español en Francia o el francés en España -por ejemplo- no lleva efectivo encima, es acompañado por los policías a un cajero automático hasta que enjuga su deuda.
La estrecha colaboración de los países europeos tendrá cuatro objetivos prioritarios: el exceso de velocidad, la ingestión de alcohol al volante, no usar el cinturón de seguridad y no respetar los semáforos. ¿Por qué éstos? Porque son el origen del 75% de los cerca de 43.000 fallecimientos registrados en las carreteras europeas el año pasado.
Es, en cualquier caso, una medida que se enmarca en el objetivo europeo de reducir las muertes en accidente de tráfico un 50% en 2010, tomando como referencia los 54.000 muertos en los países miembros en 2001. España es, después de Francia, el segundo país que más está contribuyendo a este descenso. El comisario europeo de Transportes, Jacques Barrot, se lamentó de que en estos momentos Europa esté lejos de ese objetivo.
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