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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

La sirena de Europa

Gemma Mengual logra su primer oro individual a los 30 años - Superó a la actual campeona del mundo - España gana también la prueba por equipos

Amaya Iríbar

Tiene 30 años, a punto de cumplir 31. Casi las mismas medallas en grandes pruebas internacionales, seis de ellas en los Mundiales del año pasado. Toda una vida en la piscina. Y es la imagen de un deporte que antes de ella parecía no existir en España. Se podría pensar que a Gemma Mengual no le quedaba nada por hacer antes de zambullirse a media mañana de ayer en la piscina de Eindhoven que acoge los Europeos de natación. Pero la catalana tiene muchas cuentas pendientes en un deporte subjetivo, donde el nombre y la procedencia de las nadadoras ayuda a flotar más que las larguísimas horas de gimnasio y agua a las que se someten. Una de ellas quedó saldada ayer. Mengual logró su primer oro en solitario en una competición del máximo nivel y lo hizo a lo grande, superando a la vigente campeona del mundo, la rusa Natalia Ischenko, ocho años más joven. Así que cuando, por la tarde, volvió a lanzarse al agua con sus siete compañeras y el cartel de favoritas sobre los hombros -desaparecidas de esta prueba las rusas, que se reservan para los Juegos Olímpicos-, pareció de lo más normal que todo acabara con un nuevo oro. El 28º de su larga carrera.

"Salen todas las horas de agua, 18 años de trabajo", dice su entrenadora
En el preolímpico de abril las españolas tendrán que conseguir una plaza para Pekín

Se apagó la música de la portuguesa Dulce Pontes y Gemma Mengual acabó llorando. Son muchos años de entrenamientos, en ocasiones de hasta once horas diarias. Muchos kilómetros a nado para ganar fondo. Otros tantos de buceo. De levantar pesas y hacer ballet. De ensayar una y otra y otra vez las coreografías que la han convertido en una estrella mundial de la natación sincronizada. A Anna Tarrés, la ex olímpica reconvertida en entrenadora, se le pasó toda esta película por la cabeza cuando vio a Mengual en lo alto del podio, jaleada por sus compañeras. "En estos momentos es cuando te salen todas las horas de agua, todo el trabajo que hemos hecho los últimos 18 años", reconocía, emocionada y cansada a la vez, la entrenadora desde la ciudad holandesa.

Dice la página web de Gemma Mengual que la catalana empezó a bailar en el agua a los nueve años por influencia de una prima suya que la visitaba los veranos. En el año 1992, cuando tenía 15 y Barcelona se vestía de ciudad olímpica, se incorporó al equipo nacional. O lo que es lo mismo, a la disciplina de Tarrés, cuya perseverancia ha llevado a España a convertirse en habitual en los medalleros de esta disciplina. Con su cronómetro en la mano, acompañada de un par de ayudantes, supervisa mañana y tarde, desde el borde de la piscina del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona) o subida a una escalera de socorrista, cada uno de los movimientos de las nadadoras y las corrige a gritos: "¡Si haces eso, nos penalizan!". Supervisa a Gemma Mengual, la estrella, la líder, el objetivo de todos los focos, y de todas sus compañeras, "tan importantes como ella". A veces le echa una mano con la preparación física Alfredo Hueto, el entrenador del bicampeón olímpico de gimnasia Gervasio Deferr.

Y es que detrás de la música y la coreografía, de los bañadores llamativos, del maquillaje y las lentejuelas, hay un trabajo físico enorme, no siempre recompensado. Ayer sí lo fue. Como hace ocho años, cuando Mengual consiguió su primera medalla en un Europeo, un bronce que hoy parece poca cosa pero que abrió la puerta a todas las medallas que han venido después. Desde entonces, la catalana ha acumulado 3 oros, 15 platas y 10 bronces entre Europeos y Mundiales. Con la adrenalina que dan estas últimas victorias, y tras una pequeña celebración, Mengual y el equipo español volverán hoy a la piscina para intentar sumar otros dos nuevos metales en las finales de dúo (12.00, Eurosport y Teledeporte) y combo (18.15). "Da moral", reconoció Mengual a la agencia Efe; "a veces, las cosas que crees que son muy difíciles, y que te repites a ti misma que son muy difíciles, luego te das cuenta de que nunca son imposibles". Para la final de dúo, Tarrés ha decidido sustituir a la pareja de Mengual de toda la vida, Paola Tirados, que sigue en el equipo, por su compañera Andrea Fuentes.

Luego vendrá el preolímpico, en abril, donde las españolas tienen que ganarse las plazas para los Juegos Olímpicos de Pekín, donde sólo competirán el equipo y el dúo. En el Cubo de Agua de la capital china, Gemma Mengual puede saldar otra gran cuenta pendiente: su primera medalla olímpica.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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