Uriarte propone una "tasa de renuncia" para el fin de ETA

El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, aseguró ayer que hay que "aprender a gestionar los conflictos sin tener siempre la ambición de soluciones definitivas". El obispo donostiarra señaló, en clara referencia al problema terrorista en Euskadi, que es necesaria una "tasa de renuncia" para lograr el "entendimiento" que lleve a "una reconciliación duradera". El prelado guipuzcoano lanzó este mensaje a los fieles cristianos que participado en la Marcha al santuario de Arantzazu. En el recorrido entre Oñati y el santuario de la patrona de Guipúzcoa participaron varios centenares de personas.

"Las soluciones no siempre son posibles; los acuerdos honestos dictados por la equidad y la voluntad de entendimiento sí lo son. Tenemos que aprender a gestionar los conflictos sin tener siempre la ambición de soluciones definitivas", señaló el obispo con un lenguaje en el que priman las palabras y falta concreción.

Asesinato de Carrasco

El prelado, ocho días después del asesinato en su diócesis, en Mondragón, del ex concejal socialista Isaías Carrasco, señaló que la paz, "ardientemente anhelada" acerca o aleja "de un año para otro" y "no se deja alcanzar", "se escapa continuamente de las manos".

Uriarte indicó que "cada vez se hacen más intolerables y abominables tragedias como la de Isaías Carrasco". Sin embargo, el prelado deja claro que no hay que abandonar el deseo de alcanzar la paz: "Seguimos esperando sin desmayo. Hoy nos toca orar por la paz, mañana, trabajar por ella".

"Entre el escepticismo pesimista que tira la toalla y el voluntarismo ciego que se obstina en lo imposible, se sitúa precisamente la esperanza cristiana", señaló en Arantzazu el obispo Uriarte quien añadió: "Dios no deja que la vida de este pueblo sea arrastrada crónicamente por sus impulsos destructivos".