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La Generalitat olvida Alicante en dotaciones culturales importantes

Intelectuales exigen una inversión similar a la de Valencia o Castellón

La frágil y desestructurada oferta en infraestructuras culturales de Alicante es obra de la Generalitat. La red de museos o centros culturales depende del Ayuntamiento o de la Diputación. La única excepción es la sala Arniches, de la Generalitat.

El Observatorio de la Cultura plantea fijar las necesidades culturales

Por este motivo, intelectuales, artistas y profesionales del mundo de la cultura demandan una apuesta decidida del Consell para dotar a la ciudad de una sólida y potente infraestructura para conciertos, exposiciones y actos, al igual que tiene Valencia o Castellón. Esta fue una de las conclusiones de la primera reunión del Observatorio de la Cultura, constituido en la Sede de la Universidad, y que planteó la necesidad de elaborar un Libro Blanco de la Cultura con "la realidad y las necesidades actuales", según Rosa Monzó, ex directora de la bibliotecaria de la CAM y nueva responsable del Observatorio.

La apuesta cultural de la Generalitat en Alicante es simbólica y residual. El complejo audiovisual de la Ciudad de la Luz es en realidad industrial cultural, de la que los alicantinos apenas pueden disfrutar. Por eso la gente de la cultura demanda la misma apuesta del Consell que ha hecho en Castellón, con el Espai d'Art Contemporani y el Auditorio, o en Valencia el Palau de les Arts, el Museo de las Ciencias, el IVAM y el Museo San Pío V.

Dolores Alonso, vocal de Cultura en el Colegio de Arquitectos de Alicante, admite que la Generalitat "no ha invertido y no ha puesto en marcha una infraestructura más amplia, salvo el Arniches". Ante la falta de espacios culturales, pone como ejemplo, la nueva sede del Colegio de Arquitectos en la plaza Gabriel Miró que acoge exposiciones y conferencias. La Diputación construye un nuevo Auditorio en Campoamor y la biblioteca del Paseito Ramiro requiere inversión.

Juan Antonio Roche, profesor de Sociología de la Cultura en la Universidad de Alicante, demanda un museo de titularidad autonómica, una delegación estable de la Filmoteca Valenciana o una sede de la Orquesta valenciana. "Es como si la Generalitat no nos considera valencianos con derechos culturales", reflexiona Roche, quien aplaude la idea del presidente de la Cámara, Antonio Fernández Valenzuela, de diseñar un Plan Estratégico para Alicante que tutelará la Generalitat, pero lamenta que "no se incorpore un apartado de demandas sociales o culturales". El guitarrista, Ignacio Rodes, coincide en que Alicante "merece espacios culturales". El arqueólogo, Pablo Rosser, tilda de "extraña" la falta de un centro cultural de titularidad autonómica y plantea que se aproveche uno de los antiguos palacetes deteriorados del casco histórico. El pintor José Díaz Azorín, lamenta que Valencia "no mire al sur". El pintor Antoni Miró tilda de "nefasta" la política cultural del PP en Alicante porque se han dedicado "a cosas superfluas, sin sentido ni criterio". Y el escultor Arcadi Blasco cree que hay "un centralismo valenciano injusto con Alicante".

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