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El temporal amarga la Semana Santa

Algunos de los atractivos de la ciudad no podrán ser reparados para estas fiestas

El temporal del martes dejó tales arañazos en la costa vasca, que todavía es pronto para saber el coste de los daños. Una labor que aún resulta más complicada en San Sebastián, donde se vivió uno de los golpes de mar más fuertes y dañinos de los últimos años. El salvaje oleaje se llevó por delante barandillas, muros, mobiliario urbano, coches, motos...

Gasco sitúa el coste de los daños en "un mínimo" de 12 millones de euros
El Ayuntamiento intentará habilitar un paso peatonal en el Paseo Nuevo
La talasoterapia 'La Perla' no sabe cuándo podrá reabrir sus puertas

E inundó comercios, bares, instalaciones públicas y viviendas ubicadas tanto en la zona marítima como en las calles adyacentes. Tras las primeras labores de limpieza y achique de agua, los técnicos municipales y de las empresas aseguradoras se afanaban ayer en inspeccionar los destrozos para calcular cuánto costará su reparación. El concejal donostiarra de Movilidad y Transportes, el socialista Ernesto Gasco, se aventuró a avanzar que, "como mínimo", ascenderán a 12 millones de euros, si bien matizó que es una cifra muy prudente.

De hecho, y dada la magnitud de los desperfectos, el alcalde, Odón Elorza, dijo ser "incapaz" de apuntar una cifra de momento. El Consorcio de Compensación de Seguros también indicó que todavía es pronto para realizar un balance económico.

Así, el primer edil centró más su preocupación en el hecho de que los daños se hayan registrado justo en vísperas de Semana Santa, cuando la ciudad debería lucir su mejor aspecto para recibir a los turistas y ofrecerles paseos e instalaciones de ocio que han resultado muy dañadas por el temporal, como es el caso del Paseo Nuevo o la talasoterapia La Perla, ubicada junto a la playa de La Concha, que no podrán repararse para esos días.

El Paseo Nuevo continúa cortado tanto al tráfico rodado como peatonal por los múltiples destrozos sufridos. El más espectacular es el gran socavón que partió el pavimento y cuya reparación llevará su tiempo. Por eso, el Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de habilitar un paso temporal por un extremo para los paseantes puedan utilizarlo en los próximos días festivos, aunque Elorza no sabe todavía cuándo será posible.

El arreglo de este enorme agujero requerirá un estudio exhaustivo de los daños. Habrá que comprobar si está dañado el muro de costa y si debajo del pavimento del paseo hay alguna oquedad, según apuntó el primer edil. Por ello, aunque el Paseo Nuevo es de competencia municipal, ya se ha puesto en contacto con la Dirección de Costas del Ministerio de Medio Ambiente para intentar que se haga cargo de las obras.

Y es que la Dirección de Costas cuenta con expertos y mecanismos administrativos que permitirían realizar los trabajos con mayor celeridad. Entre otras cosas, no tendría que sacar a concurso las obras, porque tiene un contrato con la empresa de capital público Tragsa para este tipo de labores. "Vamos a intentar que se encargue el ministerio, incluso aunque luego nos pase la factura, porque sería más ágil", insistió el alcalde.

Los comercios, bares y demás establecimientos afectados por el embate trabajaban ayer a destajo para tratar de recobrar la normalidad. El mercado de La Bretxa, donde trabajan más de medio centenar de asentadores, espera atender hoy de nuevo al público. Pero a otros les llevará más tiempo. Es el caso del bar ubicado en la playa de Ondarreta, que quedó totalmente destruido. O de la talasoterapia La Perla, que ya da por pérdida la temporada de Semana Santa, para la que habían colgado el cartel de completo. "En esas fiestas trabajamos muy bien, así que ya no es sólo lo que pierdes, sino lo que dejas de ganar", se lamentaba ayer la directora comercial, Olga Sánchez.

Pese a que habían colocado maderas para evitar el golpe de las olas, el agua logró colarse tanto en la talasoterapia, como en el gimnasio y el centro de salud y estética, que completan las instalaciones. En una primera estimación, los técnicos calculan que las pérdidas podrían oscilar entre los cinco y los siete millones de euros, según informó Sánchez. Y eso cuando sólo hace ocho meses que las termas reabrieron sus puertas tras una reforma completa. Ahora todavía es pronto para decir cuándo podrán retomar la actividad.

A escasos metros, Tristán Montenegro, encargado de la discoteca Bataplán, supervisaba las labores de limpieza del local. La fuerza del mar también logró burlar el sistema de defensa (unas lonas pretensadas con agujeros para que pase el agua) colocado en los ventanales de cristal para tratar de frenar las olas. "Lo peor son los desperfectos en el sistema eléctrico", comentó Montenegro, si bien mantiene la esperanza de poder reabrir en Semana Santa e, incluso, este mismo fin de semana.

Los ciudadanos afectados por el temporal deben tramitar sus reclamaciones en el Consorcio de Seguros, aunque el consistorio donostiarra ha habilitado dos puntos de información sobre el procedimiento y la documentación que hay que aportar para solicitar las posibles indemnizaciones. Uno está instalado en la entrada del Ayuntamiento y el otro, en las dependencias de la Guardia Municipal.

Grave parte de daños en los puertos

Tras la evaluación de urgencia del martes, ayer también fue momento de inspeccionar con más detalle los puertos vascos. El temporal causó desperfectos en todos, pero especialmente en las infraestructuras de cinco, tres de Guipúzcoa y dos de Vizcaya, según detalló el Departamento de Transportes y Obras Públicas. El pavimento del dique exterior del puerto de Zumaia y la parte superior del espaldón resultaron dañados, así como el cercano paseo Julio Beobide. El dique de Orio presenta un pequeño socavón en su núcleo, al que se suman tres huecos en el contradique de la margen derecha. Ya en San Sebastián, la pasarela del Club Náutico requerirá "una buena reparación" y habrá que reponer farolas y papeleras.

La principal afección en el puerto de Ondarroa se registró en el edificio de los carros varaderos, donde el agua provocó una importante avería eléctrica que derivó en el corte del suministro. El rompeolas de Bermeo volvió a quedar seriamente dañado.

Mientras, los técnicos de Salvamento Marítimo tampoco pudieron acceder ayer a los restos del mercante Maro, partido en tres trozos en las rocas de Jaizkibel, y comprobar qué pasa con el gasoil y el aceite que portaba.

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