Sin seguro de cambio de divisas en Vizcaya

El Partido Popular (PP) se quedó ayer solo en la Comisión de Hacienda y Finanzas de las Juntas Generales de Vizcaya en su intento de establecer un seguro de cambio para las operaciones en divisas de las empresas participadas por la Diputación. La proposición no de ley que había presentado, pensando más en la pérdida de seis millones de euros de la Sociedad Tenedora del Guggenheim al comprar dólares para pagar las esculturas de Richard Serra La materia del tiempo que en el resto de sociedades en que tiene presencia de la Diputación, fue rechazada con los votos en contra del PNV y EB. El representante de EA y los socialistas se abstuvieron.

El popular Arturo Aldecoa aclaró que no trataba de juzgar la gestión del Guggenheim, sino de evitar los riesgos derivados de las fluctuaciones en el mercado de divisas. En el caso de los seis millones de pérdidas de la Sociedad Tenedora, la empresa constituida al 50% por el Gobierno vasco y la Diputación de Vizcaya para adquirir la colección de arte del Museo Gugggenheim de Bilbao, se compraron 17,5 5 millones de dólares (unos 12,4 millones de euros al cambio actual) contratando opciones sobre divisas entre los años 2002 y 2005. La depreciación del dólar supuso que la operación, no protegida por un seguro de cambio, se cerrase con esa cuantiosa pérdida.

La iniciativa del PP pedía a la Diputación "velar" por que en las operaciones con divisas se contrate un seguro de cambio. Josu Arteta, del PNV, defendió la operación de la Sociedad Tenedora escudándose en los informes del BBVA que no consideraban necesaria la contratación de un seguro y en otros estudios técnicos que preveían una tendencia a la baja del cambio del euro. Ni siquiera aceptó que se hubiera cometido un error en la decisión de comprar los dólares.

El diputado de Hacienda, José María Iruarrizaga, rechazó que fuera necesario aprobar una proposición que afectase a todas las empresas con participación de la Diputación porque éstas no realizan operaciones en divisas. Iruarrizaga defendió, además, la utilización de otras herramientas financieras en lugar de los seguros. Los argumentos de Ezker Batua fueron radicalmente diferentes. El juntero José Ferrera se opuso al seguro por considerarlo "una práctica especulativa" impropia de una institución pública.