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ELECCIONES 2008 | Los partidos

El PSE celebra su éxito electoral con el recuerdo a las víctimas de ETA

Se convierte en la primera fuerza vasca en el Congreso y el Senado

A las nueve y media de la noche Patxi López, secretario general del PSE-EE, subía despacio, de la mano de su mujer, las escaleras que llevaban al primer piso del Hotel Domine de Bilbao. Su rostro mostraba ya la euforia que ayer por la noche reinó en la sede electoral de los socialistas vascos. El PSOE ganaba en España y se convertía en la fuerza con más votos y escaños en Euskadi, algo que no sucedía desde las generales de 1993; pero superando al PNV también en Vizcaya, lo que nunca había logrado antes. Obtiene nueve diputados (dos más), cuando había uno menos en juego, y nueve senadores (cuatro más).

Dos horas más tarde, con todo decidido ya, Patxi López compareció rodeado de cargos electos y miembros de la ejecutiva para dedicar el resultado a Isaías Carrasco y su familia, y "a todas las víctimas del terrorismo". Los socialistas estuvieron ayer especialmente pendientes de los resultados de Mondragón. Con el 96,68% de los votos escrutados, el PSE es la primera fuerza, tras obtener el 40,39% de los votos (un 14% más) y una participación del 59,12%. La euforia socialista se mezclaba así con la tristeza. Según los dirigentes socialistas, el resultado de Euskadi no se debe al atentado. Aseguran que las encuestas que habían manejado durante la semana ya les daban una sensible alza.

El lider socialista destacó entre aplausos que ganar al PNV es posible y que "otra Euskadi es posible". "No vamos a fallar", concluyó. Antes de la comparecencia de López, el secretario de Organización, Rodolfo Ares, se mostró satisfecho con los índices de participación y aseguró de forma tajante que "los ciudadanos han vuelto a decir no a ETA" con una actuación cívica ante el terrorismo. "No han renunciado a decidir con su voto", dijo refiriéndose el llamamiento de ETA y de la izquierda abertzale a la abstención activa, y al efecto intimidatorio del asesinato de Isaías Carrasco.

Eduardo Madina, que regresa al Congreso, ahora como cabeza de lista por Vizcaya, se negó a interpretar el gran resultado de su partido como efecto de la polarización del voto y recordó que el PSE lleva una tendencia ascendente tanto en las últimas municipales como en las autonómicas. Madina se mostraba especialmente ilusionado por la victoria en Vizcaya, el feudo tradicional del PNV. La sorpresa por haber batido a los peneuvistas, que no se manifestaba en los dirigentes del PSE, sí que se podía ver entre algunos de los simpatizantes que acudieron ayer a la fiesta electoral del PSE. Muchos pensaban ya en la posibilidad de que, por vez primera, este vuelco sea el primer paso hacia el cambio definitivo de ciclo político en Euskadi, hacia la salida del PNV también del Gobierno vasco.

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