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Reportaje:ELECCIONES 2008 | La jornada electoral

La 'vice' arrasa en su pueblo

Beneixida se vuelca con De la Vega en una jornada electoral sin incidentes

María Teresa Fernández de la Vega arrasó ayer por partida doble en Beneixida, el pueblo valenciano con el que tiene lazos familiares y donde le correspondía votar. Primero cuando casi todo el pueblo (de 600 habitantes, gobernado por el PSOE y donde el PP no tiene ningún concejal) salió a la calle a recibirla. Y, segundo, en el recuento electoral, que ganó ampliamente. De la Vega fue la estrella local en una jornada marcada por la tranquilidad en las circunscripciones valencianas, y en la que los invidentes pudieron por primera vez votar en braille. Una jornada que volvió a constatar el final de la leyenda sobre el cinturón rojo de Valencia.

"Eres una artista"

"Es valenciana de los pies a la cabeza", afirmó una vecina de la vicepresidenta
El PP fulmina el 'cinturón rojo' y gana por 13 puntos en Torrent
Un hombre murió tras votar y una centenaria necesitó atención médica

"Eres una artista", le piropeó uno de los vecinos de Beneixida. Y es que De la Vega, candidata del PSOE por Valencia y vicepresidenta del Gobierno, revolucionó esta pequeña localidad de la Ribera Alta. Atrás quedaba la polémica sobre su empadronamiento en el pueblo donde veraneó en su infancia, donde están enterrados sus padres y donde posee una antigua alquería. No era una boda, pero lo parecía. Casi todo el pueblo rompió en un cerrado aplauso segundos después de que la vice votara.

Fuera, al sol y sentadas en los bancos, María Pilar, de 82 años, y Ana recordaban cuando acudían a L'Hort de Reig, la propiedad de la familia De la Vega en Beneixida, a bañarse en la balsa y comer nísperos y chocolate de la fábrica que poseían en Xàtiva. "Es valenciana de los pies a la cabeza", añadió otra señora.

Cuando salió, una declaración institucional donde animó a los ciudadanos a votar, y nuevo paseíllo por el centro del pueblo. Ni dos pasos seguidos. Besos por aquí, abrazos por allá y fotos por todos lados. Pocos vecinos dejaron escapar la oportunidad de inmortalizar el paso de una vecina tan ilustre por el pueblo. "Es un honor que la vicepresidenta venga a votar aquí", celebró Ana, con su cámara de fotos en ristre y a la espera de su oportunidad.

Conforme se caldeaba el ambiente y crecía la confianza hacia la vicepresidenta, sus paisanos le dieron algún consejo. "Tens que parlar valencià", le espetó otro vecino. "Si lo entiendo todo", se justificó De la Vega, que se atrevió con dos o tres frases fáciles.

Echando mano de un símil futbolístico, De la Vega jugaba en casa. Y es que los socialistas han arrasado en las sucesivas convocatorias electorales celebradas en este pueblo de la Ribera Alta, uno de los más afectados por la pantanada de Tous en 1982. Ni en las mejores épocas del PP, con José María Aznar en la cumbre, los populares lograron sacar ventaja en Beneixida.

Requiem por el 'cinturón rojo'

Los resultados de ayer enterraron definitivamente el mito del cinturón rojo de Valencia: los muy poblados municipios del área metropolitana de la capital, de tradición obrera, que durante los años ochenta se decantaban abrumadoramente por la izquierda. Las pasadas elecciones autonómicas y municipales ya habían certificado el cambio de ciclo: el PP arrebató a los socialistas las alcaldías de Torrent y de Paterna, les obligó a pactar en Burjassot para conservar la alcaldía y sólo se le resistió Alaquàs, donde los populares se impusieron, sin embargo, en las votaciones a la Generalitat.

El vuelco lo representó ayer Torrent: el Partido Popular fue un rodillo que pasó por encima del PSOE, al que superó en 13 puntos. Los socialistas habían ganado por 2,5 puntos en las generales de 2004. En Manises se registró una distancia parecida, mientras que en Paterna, al cierre de esta edición, los populares se mantenían nueve puntos por arriba. Y en Alaquàs, donde los socialistas ganaron por más de 15 puntos en 2004, los dos partidos se disputaban una apretada victoria. Lo mismo ocurrió hace cuatro años en Burjassot, donde el triunfo popular de ayer parecía claro.

Lo que enterraron las elecciones de ayer fue un mito, porque un vistazo al registro histórico desvela que de las 10 votaciones anteriores, el PP había ganado siete en Paterna; y seis en Torrent, nueve en Manises y dos en Burjassot y Alaquàs.

Exceso de emoción electoral

La tranquilidad del día de ayer solo se vio alterada por la muerte de un vecino de Valencia que sufrió un infarto justo después de emitir su voto y falleció a las puertas del colegio electoral. Tenía 77 años. Acudió al instituto Ferrer y Guardia, en el barrio de Benimaclet. Instantes después de entregar sus papeletas, cuando ya abandonaba el colegio se sintió indispuesto, cayó en la acera y nada pudo hacer el SAMU por salvarle la vida.

Menos grave resultó el caso de Magdalena, la señora más anciana de La Vila Joiosa, de 101 años, que sufrió un ataque de nervios cuando se dirigía a votar, indicaron fuentes de la Delegación del Gobierno. "Me hacía mucha ilusión ir a votar", explicó una vez recuperada. La policía tuvo que intervenir en el Grao de Castellón, donde detuvo a un hombre que intentó votar sin acreditar su identidad e increpó a los miembros de la mesa. Y en Elda, donde trató de encontrar sin éxito, a la presidenta de una mesa que, una vez abiertas las urnas, se excusó unos minutos para ir a casa y no volvió a aparecer.

"Un adelanto enorme"

Miguel Ángel Sánchez fue uno de los 157 invidentes valencianos que ayer utilizaron el nuevo sistema braille para poder votar sin asistencia. "Es un adelanto enorme", detalló antes de recoger el kit que debía solicitarse con tiempo para que los colegios tuvieran preparada la carpeta de voto accesible.

Para el Congreso de los Diputados, el sistema proporciona tantos sobres como candidaturas identificadas en braille y dentro de cada uno de ellos, las papeletas "normales". Para el senado, una planilla en braille y huecos para poder señalar las cruces conforman el método. "Hasta ahora teníamos que venir acompañados o que alguien de confianza, en casa, nos identificara las papeletas", relató este vendedor de la ONCE de Vila-real, que vive solo y que, desde ayer, puede ejercer un derecho que tienen todos los ciudadanos sin perder independencia ni autonomía personal.

Información elaborada por Cristina Vázquez, Lydia Garrido, María Fabra e Ignacio Zafra.

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