ICV pierde un diputado y se suma a la debacle de Izquierda Unida

Joan Herrera sabe, desde la pasada medianoche, lo que es acariciar un sueño y que se escape en el último suspiro. ICV-EUIA perdió ayer uno de los dos escaños que ha ocupado en el Congreso en los últimos cuatro años. Y lo hizo de forma trágica: a última hora, por unos cientos de votos y a favor del PP. La coalición ecosocialista se sumó así al declive de su hermana mayor, Izquierda Unida. Herrera y Llamazares, Llamazares y Herrera, formarán una solitaria pareja en el hemiciclo y pierden cualquier opción de tener grupo parlamentario propio.

Menos del 5% del electorado ha dado su apoyo esta vez a los rojiverdes

Las encuestas y los sondeos a pie de urna ya fueron un mal presagio, porque otorgaban a ICV-EU un solo diputado y dejaban a la número dos, Núria Buenaventura, sin viaje a Madrid. "Va a ser un día duro", admitió un responsable de la coalición a primera hora de la noche. No se equivocó. El ánimo de los dirigentes y militantes de Iniciativa, que se reunieron en el hotel Fira Palace de Barcelona, anduvo por los suelos hasta las diez de la noche. A esa hora, con el 54,4% de los votos contados, sucedió algo que lo cambió todo. Como cuando el árbitro pita penalti a favor de uno en el tiempo de descuento. A esa hora, y por primera vez, el escrutinio otorgaba a ICV el segundo escaño.

El resultado ya no se movió. O eso quisieron creer los responsables de la coalición. El cabeza de lista, Joan Herrera, se mostró cauto e insistió en no hablar ante los medios hasta que se conocieran los resultados al 100%. No en vano, mantenía una intensa disputa con el PP. Ambos se jugaban un escaño por menos de 1.000 votos. Cometió el error, sin embargo, de salir a la palestra con el 94% del recuento hecho. La pifió. Y lo peor es que lo hizo sin darse cuenta. Entre los aplausos de su gente, Herrera se felicitó por haber "resistido" en Cataluña, a pesar de una campaña de intensa "polarización", un palabro que, por cierto, repitió hasta en cinco ocasiones. En ese momento, el PP ganaba su sexto escaño por Barcelona.

A partir de ahí, todo lo que Herrera pudo decir careció de sentido por completo, ya que estaba basado en informaciones erróneas que nadie se apresuró a corregir. Por ejemplo, cuando aseguró que ICV ha sido la única fuerza capaz de aguantar el empuje bipartidista. Herrera felicitó al PSOE por su victoria, se jactó de que el PP "se vaya a la oposición" y lamentó que "los compañeros de Izquierda Unida no hayan tenido un buen resultado". "Ha sido un partido difícil, pero lo hemos ganado", remachó el presidente de ICV, Joan Saura, para acabar de arreglarlo.

En el hotel cercano a la plaza de Espanya, nadie supo explicar ayer por qué se han logrado sólo 176.000 votos, casi 60.000 menos que en las generales de marzo de 2004. Menos del 5% del electorado ha dado su apoyo esta vez a los rojiverdes. Eso, a pesar de que, según Herrera, la campaña de Iniciativa ha sido "excelente", porque había sido el único de lanzar propuestas al margen de los dos grandes. Herrera esperaba mejorar resultados y que el tercero en la lista, Joan Josep Nuet, le acompañara a él y a Buenaventura al Congreso. Al final, ni eso.