_
_
_
_

El poblado de La Quinta queda reducido a escombros y basura

El Ayuntamiento concluye el derribo de las infraviviendas

F. Javier Barroso

La imagen resulta desoladora. Miles de kilos de escombros se agolpan junto a las vías del tren de cercanías. La basura, los restos de fogatas y algunas paredes a medio derribar es la última fotografía del poblado chabolista de La Quinta, en Fuencarral-El Pardo. Este núcleo de trapicheo de droga de la zona norte ha quedado reducido a una mezcla infecta de basura y chatarra, tras dos años de realojos a sus habitantes.

El silencio que ahora reina en La Quinta nada tiene que ver con el continuo trasiego de toxicómanos a por sus dosis diarias. Tomaban el camino más rápido a través de las vías, sin percatarse del tren, lo que provocó muchos atropellos, algunos mortales.

El poblado de La Quinta fue construido en el verano de 1992 por el entonces Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginal para albergar a 83 familias de los poblados chabolistas de la Cruz del Cura y Ricote (Fuencarral-El Pardo) y de la avenida de Aster (Chamartín). Las obras fueron costeadas por los propietarios de los terrenos donde se levantaban las chabolas, ya que querían edificar en ellos. Lo que ahora son escombros, ratas y gatos abandonados fueron pequeños adosados. A los pocos meses, surgieron los problemas en patios, paredes y mobiliario. Los propietarios tenían que desembolsar 11.000 pesetas al mes (66 euros), precio que subió poco a poco. Y el impago es lo que ha motivado el desalojo de las infraviviendas.

Entretanto, el poblado crecía. Los hijos y otros familiares de los moradores construyeron chabolas con maderas, uralitas y plásticos. Allí era donde los toxicómanos se inyectaban la droga.

El derribo del poblado marginal comenzó en febrero de 2006. Desde entonces, el goteo de desalojos y lanzamientos ha sido constante. Ahora el Ayuntamiento guarda silencio. Mientras prepara un acto para el lucimiento del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, no facilita datos de realojados ni el lugar al que fueron.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_