Gibraltar y la venganza española
- "Jugamos al fútbol para vivir noches como ésta".
Cesc Fábregas, tras la victoria
el martes del Arsenal contra el Milan.
Ha sido una buena semana para el fútbol español. No. No para el Sevilla, ni para el Real Madrid ni, por la lesión de Messi, para el Barça. Ha sido buena para los españoles que compiten en la Liga que hoy podemos proclamar con confianza como la más fuerte del mundo, además de la más rica.
Lo que están haciendo los españoles en la Premier League es como Gibraltar, pero al revés. Están colonizando territorio inglés. Tanto Cesc Fábregas, del Arsenal, como Fernando Torres, del Liverpool, se están convirtiendo en el almirante Nelson y el duque de Wellington de sus respectivas -y enormes- aficiones. Los jóvenes españoles están en la vanguardia de la hasta ahora imparable ofensiva inglesa en tierras europeas.
"Sabe defender, sabe atacar, dispara con ambos pies. Lo hace todo. Es el jugador moderno", dice Kaká de Cesc
Si se cumplen los pronósticos y el Liverpool elimina pasado mañana al Inter en la Liga de Campeones, la mitad de los equipos en los cuartos de final de la máxima competición de clubes mundial serán ingleses, cada uno de ellos con serias posibilidades de ganar la competición. El Chelsea y el Manchester United pasaron a cuartos sin ayuda española, pero sus dos victorias esta semana fueron contra equipos que se suponía que iban a vencer con cierta facilidad. La gran hazaña la protagonizó el Arsenal, cuyo corazón late (por utilizar una frase que se ha repetido en la prensa inglesa estos días) al compás del joven Fábregas.
Ya que estas glorias no se saborean todos los días y que en el fútbol todo puede cambiar de un momento a otro, deleitémonos con algunas más de las perlas que nos dejaron los medios tras la victoria que el catalán de 20 años lideró en San Siro contra el Milan de Maldini, Pirlo y Kaká.
"La prueba de fuego de un gran jugador", dijo The Guardian, "es si tiene la capacidad de responder cuando más se le necesita, en el escenario más grandioso. Con Fábregas no hubo ninguna duda. Sencillamente, uno sabía que entraría al campo con esa mirada suya de acero, decidido a convertirse en el capataz del centro del campo". "Fábregas tuvo la mente más rápida, el intelecto más agudo y el repertorio técnico más amplio de San Siro", dijo The Times. "No es ningún secreto. Arsène Wenger posee una joya. ¡Una joya!". Incluso los italianos se rindieron ante Cesc. Para Il Corriere della Sera, "el magistral catalán fue el que le arrebató el trono al Milan".
Pero quizá los halagos que Fábregas más apreciará los recibió justo antes del partido del gran Kaká en el Financial Times. El milanista, balón de oro europeo y mejor jugador del mundo, según la FIFA, le definió como "una nueva generación de jugador". "Es completo", dijo el brasileño, que no se habría imaginado hasta qué punto acertaría en anticiparse al papel que cumpliría Fábregas en la destrucción de su equipo. "Sabe defender, sabe atacar, tiene buen disparo con ambos pies. Lo hace todo. Es el jugador moderno".
Los piropos que acapararon las páginas de la prensa deportiva esta semana sólo pasaron inadvertidos en un lugar, en Liverpool, donde Fábregas se vio eclipsado por otro sol español. Allá sólo se fijaron en Fernando Torres, que, en un partido de Liga el miércoles contra el West Ham, marcó su tercer hat-trick de la temporada: el aperitivo, esperan los de Anfield, antes del plato fuerte de la eliminatoria del martes contra el Inter, el líder de la Serie A. Los aficionados más apasionados de Inglaterra adoran a Torres, que está a punto de convertirse en el primer jugador del Liverpool en 12 años en marcar 20 goles en una temporada y que ayer recibió el premio al mejor jugador de la Premier de febrero. Como decía The Sun, "ahora, en cuanto a popularidad en Anfield, incluso el capitán, Steven Gerrard, está por detrás del increíble Torreador".
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