Luisa Isabel Álvarez de Toledo, la 'Duquesa Roja'

Luisa Isabel Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia, murió ayer por la tarde en su domicilio de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Desde hacía tres semanas sufría una neumonía. Conocida como la Duquesa Roja por su militancia antifranquista en los años de la dictadura, Álvarez de Toledo había nacido en Estoril (Portugal) en 1936, pocos días después de que se iniciara la Guerra Civil. Además de duquesa de Medina Sidonia, Álvarez de Toledo era duquesa de Fernandina, princesa de Montalbán, marquesa de Villafranca del Bierzo, marquesa de los Vélez y tres veces Grande de España.

Álvarez de Toledo residía en el Palacio de Medina Sidonia (Sanlúcar de Barrameda), en el que se guarda un archivo privado de una riqueza documental impresionante. El archivo es una rica fuente de información sobre la Edad Media y los reinados de Carlos V y Felipe II. El Palacio de Medina Sidonia es monumento histórico artístico desde 1978.

Álvarez de Toledo era historiadora, conservadora del archivo ducal y autora de varios libros. Fue educada según las reglas de la aristocracia española de la posguerra. Contrajo matrimonio en 1955 con José Leoncio González de Gregorio y Martí, con quien tuvo tres hijos. Dotada de un espíritu libre y de ideas avanzadas, se enfrentó al franquismo, lo que la llevó a la prisión de Alcalá de Henares (Madrid) en los años sesenta. Allí se acuñó su sobrenombre de Duquesa Roja, que, con el tiempo, hizo de ella un personaje muy popular en las postrimerías del franquismo y en la Transición.

Su carácter enérgico y su discurso personal, lleno de ideas propias e innegociables, la convertían en un atractivo personaje cuya presencia era frecuente en los medios de comunicación. Fue contundente a la hora de plantarle cara a la dictadura, y en los años setenta apostó por la libertad rechazando cualquier veleidad totalitaria.

En 2002, Álvarez de Toledo consiguió cumplir un objetivo acariciado durante años: editar un libro cuya publicación había sido torpedeada por la dictadura en 1968. El libro, Palomares, trataba sobre el accidente nuclear ocurrido en aquella localidad. La duquesa contó en el libro su versión de los hechos tras haber sido representante de los vecinos y organizadora de una manifestación. La dictadura impidió que se editase. Finalmente, Palomares fue publicado en 2002 por la UNED.

"Las 80 personas contaminadas por la radiación estaban en un pueblo rodeado y, gracias a que soy duquesa de Medina Sidonia y que tenía pasaporte diplomático, pude entrar allí. Me convertí en su representante y fui expulsada. Entonces me puse en contacto con Europe numéro 1, la radio francesa, y por primera vez di el mensaje que no habían podido dar los encerrados en tres meses", evocaba en 2002.

En los últimos años, la duquesa se había volcado en la presidencia de la fundación que gestiona la mayor parte del patrimonio de la Casa de Medina Sidonia y en la investigación histórica. El Consejo de Ministros le concedió en 2007 la Medalla de Oro al mérito a las Bellas Artes.