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Reportaje:

Triste homenaje a Curros Enríquez

Apenas cien personas acudieron al primer acto del centenario del poeta

No se recuerda un funeral tan multitudinario en Galicia como el que acompañó hace cien años el féretreo del poeta Manuel Curros Enríquez hasta su última morada, un nicho del cementerio coruñés de San Amaro. Unas 40.000 personas en una ciudad que por entonces contaba menos de 50.000 habitantes se movilizaron para las exequias del creador de Aires d'a miña terra, fallecido en La Habana el 7 de marzo de 1908 y cuyo cuerpo, embalsamado, llegó al puerto coruñés el 2 de abril.

Incluso el comercio cerró aquel día sus puertas en señal de luto. Ayer apenas un centenar de ciudadanos, entre ellos 60 vecinos de su Celanova natal, participaron en A Coruña en los actos con los que arranca la conmemoración del centenario de la muerte del gallego cuya obra es, junto a la de Rosalía de Castro, la que más se musicalizó.

Las celebraciones en memoria del poeta se alargarán hasta el 15 de septiembre
Los escolares recitaron poemas en la ofrenda floral de la Academia

Actos hay anunciados muchos a lo largo de las próximas semanas y meses, pero la ausencia de coordinación entre las instituciones y cierta competición por honrar la memoria de una de las primeras espadas del Rexurdimento, galleguista, anticlerical y republicano, restan proyección a los intentos de reavivar un legado de plena vigencia. Curros Enríquez, intelectual y periodista, condenado y luego absuelto por supuesto blasfemo contra la Iglesia en su famoso poema dedicado a los aires de la tierra, denunciaba situaciones sociales y políticas que siguen de rabiosa actualidad.

"Como la reivindicación del tren, hoy seguimos reclamando lo mismo que él, poder movernos por Galicia en ferrocarril", recordó el director del Colegio Curros Enríquez de A Coruña, ayer ante la tumba del poeta. Allí comenzó con una ofrenda floral y la lectura por parte de niños de tres de los cuatros centros gallegos de enseñanza que llevan su nombre la conmemoración de la obra de Curros Enríquez.

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"Es el inicio de una larga serie de actividades para hacer una revisión social de la figura y obra de un poeta cuyas reinvindicaciones siguen vivas", abundó el alcalde de Celanova y presidente de la Fundación dedicada a Curros, Antonio Mouriño. Hacía varios años que el ayuntamiento de la pequeña localidad ourensana no viajaba hasta A Coruña para rendir homenaje ante la tumba de su ilustre vecino. "Estuvimos ocupados en comprar y rehabilitar su casa natal y además queríamos que se diera protagonismo al premio Celanova Casa dos Poetas, que lleva 24 años fallándose para recordar la faceta quizás menos conocida de Curros, la de periodista", se excusó Mouriño.

Ayer, tras la visita al cementerio y antes de celebrarse otra ofrenda floral encabezada por la Real Academia Galega ante el monumento del poeta en los jardines coruñeses de Méndez Núñez, se falló también en A Coruña ese premio, que recayó en el periodista orensano y hoy director de la Casa de Galicia en Madrid, Alfonso S. Palomares. Con música del grupo O gaiteiro de Penalta, fueron los niños de los colegios Curros Enríquez de A Coruña, Pazos de Borbén (Pontevedra) y Celanova los que protagonizaron la efémeride.

Los escolares recitaron poemas, cantaron la versión de Luis Emilio Batallán de Ahí ven o Maio y recordaron estrofas de aquella despedida en verso que Curros dedicó Ao pobo cruñés cuando fue coronado, en otro multitudinario acto en el Teatro Principal de A Coruña, gran poeta de Galicia. Era octubre de 1904, víspera de la marcha a La Habana de un periodista emigrante que, pese a su inmensa popularidad, no encontraba trabajo en su tierra. "Cuba, que amei delorida, acolléme expatriado e nela n'ha de faltarme unha cunquiña de caldo", recitó entonces Curros, unos versos que ayer ante su tumba recordó una niña de Celanova. Hoy volverá a haber conmemoraciones en su casa natal, organizadas por la Secretaría de Comunicación de la Xunta. El ayuntamiento ourensano y la fundación buscan aún ayudas para cerrar la agenda de actividades que espera estirar hasta el 15 de septiembre, fecha del nacimiento en 1851 de Curros Enríquez.

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