"No me siento en un momento clave"

Bernd Schuster va por libre. Es el entrenador del Madrid, pero parece actuar al margen. A veces da la impresión de ser una institución aparte dentro del club. Alguien que no tiene que asumir responsabilidades o dar explicaciones ni tampoco alegrarse por las victorias o molestarse por las derrotas. No es algo de los últimos días, sino una actitud que el alemán arrastra desde el principio de la temporada. Ayer dio otra prueba de ello en la sala de prensa.

"¿Qué parte de culpa tiene el club, la directiva, la plantilla o usted para que, después del partido en el Camp Nou, se hablara de triplete y ahora sólo de la lucha por la Liga?", se le preguntó. "No tengo idea. No es un problema mío", espetó. Pues eso, como si el hecho de sentarse en el banquillo le librara de cualquier tipo de responsabilidad. Hace mucho que tiene un pique con los medios de comunicación. Se ha tomado la relación con ellos como una cuestión de orgullo: no admito esto porque sí, no voy a contestar a lo otro porque no, y así sucesivamente. No se explica, si no, por qué ayer, cuando se le planteó si había hablado con los jugadores del partido con el Roma, respondiera desafiante: "Creo que sí".

"Lo importante es reaccionar rápido", sostiene el técnico alemán

"Las valoraciones, a final de temporada, no ahora por caer en la 'Champions"

Sí. Dos días después de la eliminación en la Champions, Schuster tuvo una charla con los jugadores antes del entrenamiento. "No suele hablar nunca después de los partidos. Prefiere que se enfríen los ánimos y tomarse las cosas con más perspectiva", aseguran desde su entorno. Así, les hizo ver la realidad del equipo. A saber, va líder, con cinco puntos de ventaja sobre el Barcelona. Y quiere rematar el asunto cuanto antes. Por eso dijo a la plantilla que ha llegado el momento de demostrar qué clase de jugadores hay en el Madrid: quién está implicado en el proyecto y está dispuesto a luchar hasta el final y quién quiere tirar la toalla. "Ante la plantilla, está obligado a transmitir optimismo, ganas y garra, pero la situación es preocupante. Hemos llegado en muy malas condiciones al partido decisivo con el Roma, en un estado de forma muy bajo debido a las lesiones que hemos sufrido", admiten en el cuerpo técnico. Están convencidos de que la plantilla está descompensada, que no está entre las mejores de Europa, que hay jugadores que Schuster no quiso, que no hubo recambios para Beckham ni una alternativa para Van Nistelrooy. Los siete fichajes del verano -Sneijder, Metzelder, Pepe, Heinze, Drenthe, Robben y Saviola- se han perdido entre todos 100 partidos por lesiones.

Pese a ello, Schuster sigue diciendo en público que no está preocupado. "El equipo no tiene ningún problema físico. Ése es el aspecto menos preocupante. Lo importante ahora es reaccionar rápido", comentó. Los suyos han perdido cinco de los últimos siete partidos. Pero ni eso es en apariencia motivo de preocupación. "En absoluto. Lo que más me preocupa es el partido de mañana [hoy] con el Espanyol. Hay que poner energías y concentración para sacar esto adelante. Las valoraciones se hacen al final de la temporada, no ahora sólo por haber caído en la Champions", abundó. El técnico recupera a Sneijder, pero no a Van Nistelrooy, que sigue con molestias en un tobillo.

Todo suena como una película ya vista en Chamartín. "¿Que si vivo una situación parecida a la de Capello? No son cosas a las que tenga que contestar. Además, yo no me siento en un momento clave", concluyó Schuster.