_
_
_
_
Entrevista:MARÍA TERESA FERNÁNDEZ DE LA VEGA | Candidata del PSOE por Valencia | ELECCIONES 2008 | Campaña electoral

"El Gobierno cooperará con la Generalitat, lo quiera o no"

Confianza y cooperación. María Teresa Fernández de la Vega asienta sobre estos dos conceptos las vigas maestras de su discurso. Confianza para superar la "desaceleración" económica, confianza como sinónimo de compromiso con los ciudadanos y confianza como elemento esencial de la convivencia social. Cooperación para De la Vega es sinónimo de consenso, de pacto entre las instituciones. Tal parece que la vicepresidenta se acerca más a la Generalitat cuanto más pretende el Consell alejarse del Gobierno central. "A partir del 9 marzo", dice, "si los ciudadanos nos otorgan su confianza me voy a poner a cooperar con la Generalitat, lo quiera o no".

Esa voluntad de cooperación se refleja cuando destaca "la espectacular ola de cariño y entusiasmo" con que ha sido acogida en la Comunidad Valenciana, "especialmente en Xàtiva", su pueblo, frente a quienes desde el PP le auguraban un "Vietnam valenciano". No olvida, sin embargo, "las injurias, calumnias e insidias que se han lanzado" sobre ella y su familia y que la han obligado a acudir a los tribunales por primera vez en 30 años de vida pública. "En política, todo no vale", subraya.

"No vamos a quitarle a nadie, nada", dice de los derribos en la costa
"El actual modelo de financiación lo defendió Camps a machamartillo"
"[El PSPV] ha abierto una fase de debate del que debe salir la renovación"

La vicepresidenta se muestra especialmente sensible cuando se cuestiona su arraigo en la Comunidad Valenciana, donde nació y vivió hasta que su padre, un funcionario represaliado por el franquismo, fue trasladado a Zaragoza. "Mi madre no daría crédito a que digan que no soy valenciana y una prima mía, que es catedrática de instituto jubilada, se pilla unos enfados tremendos porque ella me enseñó a leer en castellano y en valenciano". También se ha cuestionado su empadronamiento en Beneixida. "Oportunismo ¿de qué?", exclama. "Si el problema es que no les gusta [a los populares] que esté aquí... Por más vueltas que le doy no logro adivinar por qué se cuestiona que me empadrone y vote en la tierra donde nací, donde tengo una casa, donde están mis padres enterrados y donde voy a ejercer los próximos cuatro años como representante de los ciudadanos".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La vicepresidenta, que ya quiso ser candidata por Valencia en 1996 y no pudo, parece haber olvidado supuestos o reales agravios por parte de sus compañeros en aquella época, incluso los justifica: "No era bastante conocida". Ahora, desde la habitación del hotel en que se encuentra instalada durante la campaña y en la que se celebra la entrevista, defiende la organización del PSPV: "Están muy motivados y ayudando mucho. Hemos trabajado muy bien en equipo". La vicepresidenta es una candidata con "una visión positiva de la vida y de la política" que aspira a todo: "No solo a revalidar el resultado de 2004, sino a tener una mayoría que nos permita gobernar con más autonomía".

Pregunta. En el mitin de la plaza de toros dijo que Valencia tenía la derecha más rancia de España.

Respuesta. Es que es así.

P. Tiene más del 50% de los votos de los valencianos.

R. Sí, pero es rancia. Es una derecha antigua, poco moderna. No estoy criticando a los valencianos, que tienen la derecha que tienen.

P. ¿Y no se ha parado a pensar que tal vez los rancios sean los socialistas, que llevan 15 años perdiendo elecciones?

R. Desde una posición autocrítica es evidente que los socialistas vienen perdiendo elecciones. Los ciudadanos nos dijeron en las elecciones municipales y autonómicas que aquí había algo que no se estaba haciendo bien y nosotros hemos tomado nota, buena nota. Ahora se ha abierto un periodo de debate y reflexión del que debe salir una renovación que estoy segura de que se va a producir.

P. ¿Qué cree que tiene que hacer el PSOE para volver a conectar con los valencianos?

R. Escuchar a la gente y recuperar su confianza. Eso es lo más importante. Los ciudadanos se fían de ti porque se ponen en tus manos, se fían de tu proyecto y de tu palabra. Creo que nosotros no les hemos defraudado que, como le exigieron los jóvenes al presidente Zapatero, no les hemos fallado: retiramos las tropas de Irak, hemos creado empleo y hemos hecho los presupuestos más sociales de la historia.

P. En su documento Nou paraules i un compromís habla de la necesidad de ser "ingenieros de sueños", de innovación, ambición, confianza, imaginación...

R. Es que en política la realidad no está reñida con la utopía, que es el telón de fondo de toda acción política transformadora.

P. Lo que queremos decir es que su discurso suena diferente del realizado hasta ahora por el PSPV. ¿Se acabó lo de ser el partido del no?

R. Creo que no hemos sabido transmitir lo que estábamos haciendo. Hemos apoyado la Copa del América política y presupuestariamente con mil millones de euros y hemos hecho la promoción internacional; pero hay algo que no hemos hecho bien. Y eso hay que cambiarlo.

P. ¿El problema ha sido de comunicación o de discurso político?

R. Diría que no hemos transmitido bien.

P. ¿Cómo explica que Zapatero no acabe de tener una buena imagen en la Comunidad Valenciana, pese a que su Gobierno sea el que más inversiones ha realizado?

R. José Luis Rodríguez Zapatero está bien valorado en esta tierra, desde luego mejor que Mariano Rajoy. Otra cosa es que haya triunfado la línea del victimismo, la ofensiva del "no nos quieren, no se han preocupado de nosotros, Zapatero no ha invertido". Eso sí ha calado. Pero ahora empiezan a verse las cosas de otra manera. Me he reunido con muchos sectores: empresarios, ecologistas, asociaciones, y, cuando hablas, la gente sí tiene la percepción de que hemos hecho cosas. Y lo que quieren es que mantengamos ese compromiso.

P. Tal vez vean en usted un liderazgo político que no existía.

R. Pues no lo sé.

P. Sabe, da la impresión de que ha intentado hacer en cuatro meses lo que no han conseguido en cuatro años.

R. Durante este tiempo nos hemos estado ocupando y preocupando por lo que ocurría aquí. Estamos muy cerca de conseguir que la inversión estatal se corresponda con la aportación valenciana al PIB, que era una reivindicación histórica y legítima. Más aún, es la autonomía que más hemos visitado Zapatero y yo; en mi caso hasta 19 veces. Otra cosa es que quizá no lo hayamos sabido transmitir bien. Y otra que el PP juegue a confundir a la gente; hasta el punto de que el candidato del PP por Valencia dijera que los verdaderos candidatos eran Rita Barberá y Francisco Camps, cuando esto son unas elecciones generales.

P. Ahora que cita al presidente de la Generalitat y a la alcaldesa de Valencia, usted ha dicho que el PP utiliza las instituciones de "ariete contra el Gobierno".

R. La Audiencia Nacional ha dicho, con palabras textuales, que la utilización partidaria de los intereses no puede prevalecer sobre el interés general que suponen las obras de una depuradora [la de Torrevieja]. Lo dice la Audiencia y creo que la cultura de la derecha es utilizar las instituciones democráticas como un elemento de confrontación política. Y las instituciones están para cooperar. Pueden debatir y pelear, pero para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. La confrontación no perjudica al Gobierno, perjudica a los ciudadanos. Y si el 10 de marzo seguimos en el Gobierno, me voy a poner a cooperar con la Generalitat lo quiera o no.

P. ¿Y si no quieren?

R. Insistiré, insistiré e insistiré. Con la razón y con argumentos. Tenemos que pasar de un Estado reivindicativo a otro cooperativo, porque en una sociedad tan compleja como la española, basada en el Estado de las autonomías, las instituciones están para cooperar.

P. Ya que hablamos de cooperación. En su documento de Nou paraules..., no figura el compromiso de mejorar la financiación autonómica.

R. ¿Quiere que hablemos de financiación?

P. Claro

R. El actual modelo fue propuesto e impuesto por José María Aznar y defendido a marchamartillo por el señor Francisco Camps. Nosotros dijimos que el modelo tenía fallos y que no iba a funcionar porque no garantizaba la suficiencia financiera de las comunidades para hacer frente a sus competencias y que no establece mecanismos adecuados para reconocer el crecimiento de la población. Por eso nos abstuvimos. Por eso, durante estos años, hemos realizado propuestas para mejorarlo y durante los tres primeros años la Comunidad Valenciana ha defendido con uñas y dientes el modelo anterior. Camps no ha hecho ni una sola propuesta.

P. Pero se ha incrementado la población y han aumentado las necesidades.

R. Por eso inyectamos 1.100 millones para financiar la sanidad. El sistema tan fenomenal parece que ahora ya no es tan fenomenal. Por eso lo vamos a modificar en la próxima legislatura por otro que garantice la solidaridad pero no penalice a las comunidades con mayor índice de crecimiento, como es la valenciana.

P. ¿Qué opina de proyectos como el que estudia el Ministerio de Medio Ambiente para actuar sobre viviendas que se encuentran en dominio público?

R. Que tengamos que reconducir el crecimiento hacia un modelo sostenible no significa que vayamos a destruir nada de lo que hay. No vamos a quitarle a nadie nada.

P. En el último año el paro ha crecido en la Comunidad Valenciana el doble que en el resto de España, la construcción ya no es la locomotora que tira de la economía, ¿qué sectores deben tomar el relevo?

R. Nosotros venimos sosteniendo que para evitar una desaceleración brusca debíamos sustituir un modelo excesivamente basado en la construcción por otro basado en el conocimiento, la industria, la innovación y la investigación. ¿Cómo? Más inversión pública y privada para que se produzca una transferencia de conocimiento y más acuerdos entre administraciones, universidades y empresas. Pero en la Comunidad Valenciana el sector privado invierte el 38% en I+D+i, frente al 55% del resto de España. Todo el mundo debe ponerse a hacer los deberes en esta tierra. Tenemos que incrementar la productividad porque estamos, también, dos puntos por debajo del resto.

P. ¿Para cuándo la conexión en alta velocidad entre Castellón y Barcelona?

R. No van a conseguir que diga una fecha, por razones obvias. Tenemos el compromiso del corredor mediterráneo en el que figura la doble vía en el tramo Castellón-Tarragona que antes no estaba en el mapa. Es absurdo dejar eso descolgado.

P. ¿Es partidaria de la ampliación del puerto de Valencia?

R. Sí, mi apuesta es clara: hay que hacer una ampliación sensata y compatible con Sagunto. Quiero trasladar confianza y tranquilidad a los sectores que temen una ampliación desordenada. No vamos a hacer nada que esté reñido con el bienestar de los ciudadanos.

P. Caso Fabra. Ocho jueces en cuatro años.

R. No me parece sensato que haya tantos jueces con tanta movilidad y no es razonable que un sumario tarde tanto tiempo en instruirse. Un juez solo se encarga de la instrucción hasta el final siempre y cuando no pida el traslado.

P. Cuatro mujeres muertas en un solo día por sus parejas.

R. Terrible

P. ¿Qué está fallando?

R. No me siento nada satisfecha del balance de la violencia de género, porque no es aceptable. Dicho eso, creo que la ley sigue siendo una buena ley pero que tiene recorrido por delante para desplegar toda su eficacia. Es evidente que los medios no son suficientes, aunque hayamos puesto muchos, porque antes no había nada. Pero tan importante como ese, es encabezar una rebelión social contra los maltratadotes para que sepan que aquí no tienen cabida.

OCHO COMPROMISOS

"Que no se pierda ni un voto de las mujeres comprometidas con la igualdad", pidió ayer la candidata socialista María Teresa Fernández de la Vega a las más de 2.000 mujeres y hombres en el Palacio de Congresos de Valencia, en un acto donde adquirió ocho compromisos por "la igualdad, la libertad, la dignidad, la paridad...". Allí estuvieron, entre otras, Amàlia Alba, de Mujeres Progresistas, el bailarín Toni Aparisi, Rosa Peris, del Instituto de la Mujer, la escritora Carmen Amoraga, Amparo Sánchez, del Centro Islámico, y Carmen Alborch.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_