La colonización del universo

Sólo quien ha creado el vasto mundo de Baldur's Gate y fue capaz de reinventar La Guerra de las Galaxias con el excelente título Los Caballeros de la Antigua República, puede firmar la autoría de Mass effect, un inabarcable juego de rol en el que el universo está al alcance de los mandos del jugador.

Los pretenciosos humanos, en su afán por conquistar territorios, ya sea en la Tierra o fuera de ella, se lanzaron a la colonización de otros mundos con escasa suerte, pues la tecnología conocida era insuficiente para tamaña aventura. Todo cambió radicalmente al descubrir, por casualidad, un ingenio llamado el Relé de Caronte, un artefacto inventado por la extinta civilización Proteana que ya permitía viajar entre puertas interestelares en cuestión de segundos cuando el hombre aún andaba a cuatro patas. Gracias al principio del efecto masa, los humanos descubrieron que no están solos y que comparten el universo con los Turianos, los Asari y los Salarianos. Juntos forman un concilio que gobierna el espacio conocido y velan por el equilibrio con el fin de evitar guerras.

Los primeros pasos, como en todo juego de rol, implican especificar las cualidades de tu personaje, tanto las guerreras como las psicológicas. La primera misión es la formación del protagonista hacia el rango de espectro, lo que le permitirá gobernar su nave y hacer frente a una importante misión para investigar la presunta traición de un miembro del consejo.

El objetivo de Bioware era acercar el género del rol a todo tipo de jugones y lo ha conseguido. Los combates son en tiempo real, nada de dados ni turnos, y las mejoras en las habilidades son de lo más intuitivas, apareciendo, cada cierto tramo de posible aumento, un icono que explica claramente qué se podrá hacer en el momento que se alcance ese nivel. También la creación de grupos de compañeros de fatigas es fácil. Al mantener una charla con algún personaje clave, una pantalla permite añadir o quitar miembros al grupo, mostrando en unas gráficas qué tipo de formación se consigue.

En combate

Las formaciones pueden ser equilibradas o bien preferentemente con fuerza de combate, biótica o tecnológica. Dependiendo del reto al que haya que enfrentarse, ésta es una de las decisiones más importantes, ya que hay objetivos imposibles si no se abordan con el equipo correcto. En combate, el equipo lo controla la consola, pero es susceptible de recibir órdenes del protagonista, como cubrirse o atacar, con una pulsación de la cruceta de dirección.

Bioware ha encontrado en Xbox 360 y el apoyo de Microsoft el caldo de cultivo perfecto para su proyecto más ambicioso. No es un título que no hubiese podido hacerse para PC, pero la inversión realizada requiere de un retorno que la piratería hubiese arruinado. Los personajes y entornos están visualmente algo por debajo del magistral Gears of war, pero a su favor hay que decir que los escenarios son gigantescos y los diálogos, mucho más abundantes. La profundidad argumental, histórica y contextual hace de Mass effect una experiencia creíble. En el códice del protagonista va apareciendo información escrita sobre los descubrimientos. A causa de tanta información, Microsoft se excusa por la falta de doblaje. La excepcional calidad de las voces inglesas lo salva.

Los diálogos son lo mejor de la aventura. Se ha implantado un sistema de elección de respuestas y preguntas que se controla girando la palanca derecha de dirección y que permite conversar dinámicamente. El resto de personajes juzgarán al protagonista por sus respuestas, lo que permitirá ganarse su confianza. En Mass effect no hay destino ni suerte, sólo consecuencias.