España 'oscurece' una 'web' por vender productos falsos
Un juez ordena por primera vez el bloqueo de una página
Si vive en Francia o Portugal puede acceder hoy mismo a la página web de Nikebrother.com y comprar ropa deportiva falsificada a una empresa que opera desde China. A menos de la mitad del precio real. Si se encuentra en España, en cambio, le será imposible hacer la misma consulta. Se topará con un mensaje de error del navegador. El origen de tal diferencia hay que buscarlo en un juzgado de Barcelona que, por primera vez, ha ordenado el bloqueo cautelar de un portal de Internet por un supuesto delito contra la propiedad industrial.
Nikebrother.com sigue operativa y vende ropa deportiva falsificada
Los expertos creen que la medida abre la puerta a nuevos bloqueos en la Red
La resolución judicial, pionera en España según las fuentes consultadas, abre la puerta a la persecución de otros delitos relacionados con el comercio electrónico. Empresarios, comerciantes, policías y abogados aplaudieron ayer al alimón la medida. "Vamos a poder actuar contra más páginas de Internet. Y no sólo por falsificar zapatillas deportivas y chándales. Quizá en el futuro nos acordemos de este día", remarcó Rafael Jiménez, inspector de la Policía Nacional.
Hasta ahora se habían cerrado webs por permitir descargas ilegales y atentar contra la propiedad intelectual, pero no contra la propiedad industrial. Para ordenar el bloqueo, el juez "ha tenido que poner cierta imaginación" en la aplicación de la ley, resumió el abogado Jordi Bertomeu, experto en delitos informáticos. El auto esgrime el artículo 8 de la Ley de Servicios de la Información y del Comercio Electrónico, que reconoce la potestad para "adoptar las medidas necesarias" en caso de que una empresa o sociedad vulnere ciertos principios.
En concreto, el auto se refiere a la necesidad de salvaguardar el buen fin de la investigación en marcha y a la protección de los usuarios. En la venta de productos falsos, el consumidor se considera parte afectada. Eso, al margen de que haya comprado los productos a sabiendas de que son falsos.
La investigación se inició a raíz de una denuncia de la Asociación Nacional para la Defensa de la Marca (Andema), "harta del tremendo pirateo en la Red que existe en España", en palabras de su directora general, Soledad Rodríguez Antón. El investigador privado Abraham Pasamar se puso manos a la obra. Averiguó los nombres de los propietarios y administradores -unos tales Rang Zheng y Shang Zhang- y compró un producto pagando una cantidad de dinero a través de Western Union. A los pocos días, lo recibió y comprobó, con ayuda de las marcas, que era falsificado.
Pasamar puso el caso en manos del grupo especializado en investigaciones tecnológicas de la policía, que remachó el caso. La policía aportó al juzgado de instrucción la argumentación y las pruebas necesarias y solicitó el bloqueo de la web. En diciembre fue concedido, aunque la noticia no trascendió hasta ayer. La medida cautelar tendrá vigencia mientras dure el proceso de investigación.
Lo que se ha ejecutado no es el cierre de la página web en sentido estricto, ya que ésta puede ser consultada desde cualquier lugar del mundo. Nikebrother.com ha sido objeto de lo que en el argot informático se conoce como "oscurecimiento" de la web. Hay una zona oscura -el territorio español- en la que es imposible acceder al portal. Para ello, el juez ha ordenado a los diferentes proveedores de servicios de Internet en España que impidan el acceso a la página. "Se ha bloqueado el nombre del dominio, que es el reclamo comercial, y no la IP, que se puede cambiar cada dos por tres", dijo el investigador Pasamar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.