Un reputado abogado hace de "hombre bueno" entre las partes
La vía del acuerdo fracasó a las primeras de cambio. El nivel de enfrentamiento entre el presidente de Adegi, Eduardo Zubiaurre, y sus secretarios generales, José María Ruiz Urchegui y Arturo García, ha llegado a tal extremo que hizo malograr el único intento para aproximar posturas entre las partes. El reputado abogado laboralista Txomin Arizmendi (San Sebastián, 1942), decano del Colegio de Abogados de Guipúzcoa, tomó motu proprio la decisión de actuar como "conciliador" en el conflicto, pero su empeño la semana pasada fue baldío y no logró impedir que el cisma en la patronal se resolviese en la reunión de su consejo rector, celebrada ayer en San Sebastián.
"Yo asumí el papel de hombre bueno que intentó una aproximación entre las partes. Fue una intervención voluntarista que no sirvió de gran cosa porque las conversaciones se rompieron enseguida", explica Arizmendi, quien colabora y asesora a empresas de mucho prestigio de España.
La colaboración que este letrado del bufete Cuatrecasas ha prestado "desde hace muchos años" a Adegi y la relación que mantiene con Ruiz Urchegui y García le llevó a tomar la iniciativa. "Fui yo quien me puse en contacto con las dos partes para tratar de encontrar puntos de contacto", dice Arizmendi, quien reconoce que su iniciativa "no llegó a ser siquiera una mediación como tal, ni tampoco hubo una negociación. Se trató sólo de un intento de acercamiento".
Ruiz Urchegui y García aseguraron el pasado viernes que en ningún momento ha existido una negociación con la presidencia de Adegi y exigieron la restitución en sus puestos de trabajo. Arizmendi concluye que está dispuesto a intervenir como mediador "siempre que sea por designación de ambas partes".
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