Miles de personas se manifiestan para apoyar el paro de autobuses
Los sindicatos de la EMT se reúnen hoy para fijar una fecha de negociación
Unas 7.500 personas, según estimaciones de este periódico, se manifestaron ayer por el centro de Madrid para apoyar la huelga de los trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). La protesta de los conductores de autobuses urbanos comenzó como una marcha familiar -muchos de los empleados acudieron con sus hijos y parejas- y casi termina en trifulca. Al filo de las ocho de la tarde, un grupo de manifestantes invadió los carriles de tráfico de la plaza de Cibeles mientras un cordón de policías nacionales intentaba frenarles.
Durante más de dos horas -entre las 18.00 y las 20.30- desfilaron haciendo ruido con silbatos y petardos por un lateral del paseo del Prado. Coreaban consignas pegadas de la actualidad, como "La niña de Rajoy, andando se va hoy", en alusión a la pequeña imaginaria con la que el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, cerró el primer debate con Zapatero. También hubo reclamos clásicos: "Este convenio, lo vamos a ganar" y una gran pancarta desplegada "Por unas condiciones de trabajo dignas y un transporte público de calidad". Casi al final de la protesta, pequeños grupos de manifestantes intentaron cortar el tráfico. "¡A por ellos, oe!", gritaban. Un hombre se tumbó y otro se sentó delante de un autobús en marcha. Varios agentes los retiraron a empujones. En apenas unos segundos, una veintena de furgonetas policiales y un cordón de agentes rodearon el medio arco de Cibeles desde el paseo del Prado hasta la esquina del Ayuntamiento. "¡No me toque, no me toque!", le gritaba una mujer con un carrito de niño vacío a un agente. Otros levantaban el puño y botaban sin dejar de hacer ruido con los silbatos. Cortaron los tres carriles durante unos 10 minutos. "¡Lo vais a estropear al final!", chillaba un portavoz sindical. "¡Se va a liar, se va a liar!", se exasperaba otro. No se lió.
Dos huelguistas se tumbaron en Cibeles frente a un autobús en marcha
Después de la multitudinaria protesta de ayer, los sindicatos se reunirán esta mañana para fijar una fecha de negociación. La empresa confía en que ese día "llegue pronto". Mañana miércoles es la sexta jornada de huelga, con tres paros parciales de dos horas y media a las 24.00, a las 6.30 y a las 17.00. Los servicios mínimos oscilarán entre el 50% y el 60% de la flota.
Alrededor de 7.700 trabajadores (5.500 conductores) forman la plantilla de la EMT. Reclaman un aumento de 180 euros mensuales, más seguridad y 30 minutos de descanso por jornada, entre otras medidas. La empresa se aferra a un 40% de seguimiento por jornada de huelga frente al 100% que airean los trabajadores.
Ayer se produjeron retrasos sobre todo en las líneas universitarias, según datos de la EMT. Nueve autobuses sufrieron roturas y pintadas de lunas y espejos retrovisores.
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