Llamazares: "Debemos evitar que Zapatero acabe como González"

Gaspar Llamazares sostiene que "la izquierda" tenía dos enemigos en esta campaña. Según él ya ha liquidado a uno, pero le queda el más fuerte y contra él irá en el sprint final. El vencido es el PP: "Ya hemos ganado una batalla: el PP está desahuciado, no tiene ninguna posibilidad de ganar", afirmó ayer el candidato de IU en Valladolid, después de leer las últimas encuestas. Y añadió: "Pero queda ganar la guerra: evitar mayorías absolutas prepotentes y centristas en nuestro país. Debemos evitar que Zapatero termine como Felipe González: lejos de la izquierda, envanecido y prepotente, ensoberbecido en el poder".

Eso hay que evitarlo "por el bien de la izquierda", dijo Llamazares, pero también por el bien de IU (eso no lo dijo). Izquierda Unida tuvo en los años noventa -incluido el último periodo de mayoría absoluta de González- el triple de diputados que ahora, pero bastante menos influencia política de la que ha tenido en esta legislatura, cuando el PSOE, gobernando con mayoría simple, ha echado mano de IU para pactar leyes como la de Educación, Igualdad, matrimonios homosexuales, memoria histórica o los últimos presupuestos generales. Aunque ahora ninguna encuesta da mayoría absoluta a Zapatero, Llamazares se lo ve venir. Y a costa de sus votos.

El orgullo de ser IU

Por eso ha decidido apelar al "orgullo" de ser de izquierdas, "de ser IU". Pero también hará algo que, hasta ayer, reprochaba a sus contrincantes: buscar los votos ajenos. "Hay que asaltar electorado nuevo. En esta fase final de la campaña no sólo voy a pedir el voto de IU, el voto joven y obrero, sino que pido el voto de los socialistas de verdad para lograr en este país un cambio de izquierdas. Pido que se nos devuelva el electorado que se prestó en circunstancias dramáticas", anunció Llamazares en referencia a las elecciones de 2004. E insistió con el fantasma del ex presidente: "Le digo a la gente de la izquierda: '¡ojito, no vayáis a traer otra vez a este país a un nuevo Felipe González!".

Claro que para el PP tenía reservada la arremetida más dura: por segunda vez en tres días, comparó a los populares con Batasuna. "Se escandalizan porque digo que se parecen como una gota de agua. Pues bien, lo argumento: hay diferencias, pero no tan de fondo. Batasuna no condena la violencia de sus hermanos. Pero el PP aún no ha condenado la violencia de sus padres: mantiene los vínculos con el franquismo. Y no ha pedido perdón por la guerra de Irak".