"Declarar sólo 3.000 euros tras 30 años le quita credibilidad"

Javier Arenas quiere ganar a Manuel Chaves como Pasqual Maragall a Jordi Pujol, dándole las gracias por los servicios prestados y erigiéndose en alternativa sobre lo ya construido. Pero a Arenas, que ha evitado el perfil duro y bronco durante la precampaña y campaña, no le sale. En el cara a cara que mantuvo con Manuel Chaves en Canal Sur TV, Arenas mostró su discurso de los últimos años, denunció que la larga permanencia en el poder de los socialistas ha consolidado un "régimen" y que no hay libertad de expresión en Andalucía. Chaves iba preparado para eso y pasó a la ofensiva al acusar a Arenas de practicar "el juego sucio". Ambos dejaron en un segundo plano sus programas de gobierno.

El debate fue tenso, muy vivo y bronco desde el principio, hasta el punto de que apenas sí hablaron de economía como tenían pactado, lo que desconcertó a la moderadora, Esther Martín, que les recordó con insistencia que lo que tocaba en ese momento era el bloque económico.

Chaves abrió fuego recordando a Arenas los "insultos" de dirigentes del PP contra los andaluces como el de Ana Mato, la número tres por Madrid, que afirmó que los niños andaluces son "prácticamente analfabetos". Arenas negó la evidencia y afirmó que sus compañeros de partido se refieren "siempre" a la gestión de los socialistas.

El popular intentó desde el minuto cinco del programa minar la honestidad del socialista. "No se enfade, se lo digo con el máximo de los respetos, se tiene poca credibilidad a la hora de pedir más confianza de los ciudadanos como gobernante para administrar los fondos e impuestos de todos los ciudadanos cuando se hace una declaración de bienes como la que ha hecho usted, que yo no digo que no sea verdad, pero que después de 30 años en cargos públicos, decirle a los andaluces que sus bienes consisten en 3.000 euros yo creo que le quita a usted mucha credibilidad como se la quita el llevar 25 años".

A partir de ahí uno y otros se cruzaron reproches a alta velocidad y mantuvieron un cuerpo a cuerpo que habían venido evitando durante toda la campaña electoral. "Lleva 15 años intentando atacar mi honestidad". "Miran a Andalucía como el señorito, desde lo alto del caballo", soltó Chaves. "Señorito es quien tiene mucho poder y abusa", replicó Arenas.

Los candidatos se sentaron frente a frente en una mesa redonda en vez de los pupitres colegiales del anterior debate a cuatro. Ambos eligieron trajes oscuros y corbatas en tonos azules con rayas la del socialista y celeste la del popular. El cara a cara, que se grabó dos horas antes, empezó a emitirse a partir de las 10 horas de ayer domingo, último día de un largo puente festivo.

Arenas dirigió duras acusaciones contra la Junta de Andalucía, a la que reprochó haber "menoscabado" la libertad de expresión. Sin más datos. Sólo una referencia a lo que, a su juicio, ha sido un "profundo error" de Chaves: "Sentar en el banquillo a periodistas andaluces por no compartir sus ideas", en referencia al juicio contra El Mundo por publicar que el PSOE espió al ex presidente de Caja San Fernando. El socialista respondió pidiendo a Arenas "lealtad institucional" y le sugirió que, cuando saliera del debate, le preguntara al medio centenar de periodistas acreditados si es el presidente de la Junta quien les dicta los titulares y las crónicas.

En su turno final, Arenas pidió el apoyo de los andaluces porque aspira "a un cambio de ritmo" y a poner en marcha reformas consensuadas, frente a un partido que lleva 26 años en poder. Chaves intentó minar la solvencia de su rival: "Una persona que lleva 25 años perdiendo elecciones tiene poca capacidad para hacer cambios y si los hace, es para unos pocos". Su frase final fue: "Les animo a votar y lo que decidan ustedes estará bien hecho".

Chaves y Arenas mantienen un intenso debate marcado por la gestión de los fondos públicos