El Madrid se ahoga a triples
Los de Plaza caen ante el Maccabi de Bynum y Vujcic en la Euroliga
Al descanso, el Madrid iba 13 puntos abajo, y gracias. Al final del partido perdió por 19. Y en medio llegó a caer por más de 20, desnudado por su obsesión con el tiro exterior y retratado por la sensación de que tenía equipo y armas para haberle dado mucho más contenido al partido. Fue una derrota vivida en los hombros de Lazaros Papadopoulos.
La entrada del pívot griego del Madrid lo cambió todo. Hasta entonces, el partido había tenido un punto desagradable para los entrenadores. Se jugaba a la carrera. Sin tiento. Una locura de transiciones, una sucesión de golpes, tiros y canastas. El encuentro andaba revolucionado, con el motor de las emociones disparado por el enfrentamiento entre dos equipos con pasado glorioso y presente alentador: el Madrid, que mantiene el primer puesto en el Grupo F, quiere estar en la Final a cuatro, que se disputa en la capital. Al Maccabi también se le espera. Al espectáculo, marcador igualado y la caldera de la vieja Mano de Elías -hoy Nokia Arena- al rojo vivo, le echó el freno Papadopoulos.
MACCABI 94 - REAL MADRID 75
Maccabi: Cummings (2), Halperin (6), Bluthenthal, Morris (16), Batista (14) -cinco inicial-, Bynum (22), Sharp, Vujcic (14), Eliyahu (4), García (6) y Casspi (10).
Real Madrid: Tunceri (9), Bullock (15), Smith (5), Hervelle (15), Reyes (16) -cinco inicial-, Pelekanos, Sekulic (2), Papadopulos (7), Mumbrú (5) y Llull (1).
Árbitros: Pukl (Esl.), Ciccoria (Ita.) y Kokoulekidis (Gre.). Excluyeron por personales a Vujcic (m.37) y Reyes (m.38)
10.500 espectadores en el Nokia Arena
El Madrid le dedicó a su fichaje estrella tres ataques seguidos: logró canasta y dos faltas de Vujcic, un resultado más que notable, porque el croata concentra buena parte de la pegada del Maccabi, que ayer contó con un espléndido Bynum. Papadopoulos parecía camino de una noche más que interesante. Fue un espejismo. Un pequeño desastre, en realidad: su equipo se obcecó con buscar soluciones por fuera, triple va triple viene, cuando el griego producía estragos por dentro. El Madrid lleva años así: vive y muere con sus jugadores exteriores. Sólo Felipe Reyes ha conseguido sobreponerse a esa dinámica. Y como ayer no fue el caso, el Madrid, huérfano de la dirección de Raúl López, lesionado, se ahogó en una lluvia de triples fallados (8 anotados de 26 lanzados).
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