Raimon al completo

El Palau de la Música es como un talismán para Raimon. Desde que en 1965 pisara su escenario por primera vez, el de Xàtiva ha actuado en una treintena de ocasiones en el egregio local barcelonés y cada una se cuenta más que como un éxito como un auténtico acontecimiento.

El pasado miércoles volvió a cumplirse el ritual: Raimon regresaba al Palau dentro de los festejos del centenario. Se trataba de un concierto antológico y lo que, al carecer de auténticas novedades, podía haberse convertido en una actuación rutinaria acabó transformado en ese acontecimiento esperado pero siempre sorprendente. Todo el Palau puesto en pie aplaudiendo al cantautor, que, a su vez, aplaudía al público mientras a duras penas sostenía la guitarra bajo la axila izquierda. Un concierto intenso y profundo culminado con seis calurosos bises que podían haber sido muchos más si Raimon hubiera querido, pero Al vent, el último bis, ya había cerrado un círculo perfectamente trazado. Al salir a la calle, una sensación de optimismo parecía imbuirlo todo.

Raimon, vistiendo un jersey azul oscuro y una camisa clara, apareció en el escenario aplaudiendo ya a su público, fidelidad a dos bandas que no parece que vaya a extinguirse a pesar del paso del tiempo. Fidelidad que quedó diáfanamente clara cuando, ya en la recta final del concierto, todo el Palau cantó Diguem no, un acto casi litúrgico con más de cuatro décadas de existencia.

Un total de 32 temas seleccionados de toda su carrera profesional. Raimon mostrándose al completo.