Una testigo dice que el parricida de Elche era "encantador"

Ayer continuó en la Audiencia de Elche el juicio contra el triple parricida que mató mientras dormían a su mujer y sus dos hijos pequeños tras consumir alcohol y drogas. Declararon los dos amigos que le acompañaron en la juerga, Francisco García, su compañero de trabajo, y Antonio Abril. También prestó su testimonio ante la sala una trabajadora del club de alterne a las afueras de Elche donde José María Macià fue con sus amigos tras cometer el triple crimen. Tanto los amigos como esta mujer declararon que no le veían una actitud extraña, ni violenta, ni maníaca. De hecho, la empleada del prostíbulo lo calificó como "un chico encantador" que le llamó la atención porque la quiso invitar a ella a una copa.

La testigo añadió que el chico, cuando subió a mantener relaciones sexuales, le dejó una maza que posteriormente olvidó, y luego, unas tres horas después, cuando ya iban a cerrar el establecimiento, volvió a por ella porque le dijo que era "su herramienta de trabajo". Con esa maza José María había asesinado horas antes a su familia y la había lavado en la ducha de su casa. Al club llegó con las mismas ropas, incluso manchadas de sangre. La mujer dijo que efectivamente llevaban ropa de trabajo de albañil, pero como llevaba un jersey oscuro encima no vio sangre. La mujer insistió en que no observó que fuera "ni borracho ni colocado". Otros dos amigos testificaron que solo habían tomado dos copas.