"Nos cortarán el riego"

A sus 64 años, Damián Merino Collado, un olivarero de Mancha Real (Jaén), está muy cerca de la jubilación, pero se resiste a dejar un futuro sombrío a sus dos hijos, que también se dedican a la agricultura. Como presidente de la comunidad de regantes de Los Cuartos, que agrupa a unos 170 regantes que reúnen unos 40.000 olivos en los municipios de La Guardia y Pegalajar, Damián asegura que la situación hídrica es la peor "en muchos años" y teme que la próxima cosecha de olivar se pierda por falta de agua para el riego.

"Estamos en un mes clave, ahora es cuando tiene que llover porque la savia empieza despertar y el árbol empieza a prepararse", señala este agricultor jiennense. La comunidad que él preside coge el agua del río Guadalbullón, que está sin regular, aunque su cauce discurre bajo mínimos y los regantes se temen lo peor: "Nos tememos que nos corten el agua en cualquier momento, aunque supongo que esperarán al menos a que pasen las elecciones", comenta. Más preocupante aún es la situación de la comunidad de Pozoblanco, con más de 700 regantes y 200.000 olivos en el término de Mancha Real, de la que Damián es el tesorero. En este caso, el agua la cogen del Guadalquivir, pero los agricultores se quejan de que desde hace unos días se han cerrado las compuertas desde su cabecera. "Es una situación muy grave porque nos hemos hipotecado con grandes inversiones [más de 15 millones de euros en la comunidad de Mancha Real] en la introducción del riego por goteo y ahora no vamos a tener agua", se lamenta.