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Reportaje:

Los 'balenciagas' que nunca llegaron

Camio asegura que prendas del modisto donadas a la fundación jamás recalaron en Getaria - Acusa a un patrono de tener vestidos en su poder

Mariano Camio, ex alcalde de Getaria por el PNV, ex vicepresidente de la Fundación Balenciaga y ex gerente de la sociedad Berroeta Aldamar (participada por el Gobierno, la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de dicha localidad), reconoció ayer a este periódico que en la fundación faltan prendas que figuraban en el listado de la donación de piezas del modisto realizada en su día al consistorio de Getaria y que luego adquirió el Gobierno vasco en 1988. Aseguró que esas prendas nunca llegaron al consistorio. En concreto, recuerda que echó en falta "algún sombrero y una chaqueta que Balenciaga se ponía para coser".

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Camio, quien está siendo investigando por la Fiscalía de San Sebastián por supuestas irregularidades tanto en la fundación como en la sociedad, separó dicha cuestión de los regalos que él mismo realizó a esposas de varios concejales peneuvistas en su mandato (1986-1990). "Fueron cuatro pañuelos que me dio el secretario de Balenciaga, Ramón Esparza, y que no formaban parte de la donación comprada por el Gobierno", afirmó. "La única duda que cabría es si Esparza le dio aquellos pañuelos a Mariano Camio amigo o a Mariano Camio alcalde de Getaria", dijo.

Siempre según Camio, él mismo pidió más tarde a las esposas de los ediles que enviasen los pañuelos a la fundación, constituida en 1999, para registrarlos y luego se los devolvió. "No tengo nada que ocultar. La fundación sabe de esos pañuelos por mí mismo", sostuvo.

Respecto a las otras prendas, Camio asegura que el envío de Ramón Esparza que recibió el Ayuntamiento de Getaria no coincidía con la relación de prendas que lo acompañaba.

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Según su relato, cuando constató este extremo se lo hizo saber a Esparza. "Me respondió que lo que había mandado era todo lo que existía. Quizá debí tomar la precaución de pedirle un nuevo listado firmado acorde con el contenido del envío, pero había confianza y no lo hice", respondió a este periódico. Esparza falleció en 1997.

El caso de la Fundación Balenciaga saltó a la luz en febrero de 2007, coincidiendo con la pugna en el PNV por la candidatura a la Diputación de Guipúzcoa, que dio lugar a los escándalos de la Hacienda de Irún y al caso Jauregi. Camio, identificado, según fuentes del PNV, con el sector que apoyó a Imaz, y cuya gestión al frente de la fundación y la sociedad Berroeta Aldamar se puso en cuestión, dimitió en marzo de 2007. En noviembre, la fundación y la sociedad le denunciaron. El ex alcalde de Getaria indicó que al día siguiente envió un escrito a la fiscalía poniéndose a su disposición. "Todavía no he sido llamado a declarar ni he podido, por tanto, defenderme", sostuvo ayer.

Respecto al informe en poder de la fiscalía realizado por Miren Arzalluz, consevadora de la fundación e hija del ex presidente del PNV Xabier Arzalluz, Camio señaló que ésta le aseguró el pasado jueves que nunca realizó tal informe y que lo único que escribió sobre el particular fue un correo electrónico al secretario general de la fundación, Manolo Cabrera. A éste último le atribuyó la filtración sobre los obsequios hecha el jueves por el PP. Camio señaló también a Javier Letamendia, miembro de la fundación y "amigo de Cabrera" como el poseedor de "cuatro o cinco vestidos de Fortuny que son de la Fundación Balenciaga".

En la fundación sólo permanecen desde el lunes los patronos institucionales: ayuntamiento y ministerio. El Gobierno vasco, presente en la sociedad Berroeta Aldamar, insiste en que cualquier responsabilidad recae en la fundación.

Los modistos Hubert de Givenchy, Paco Rabanne, Jesús del Pozo y Javier Larraínzar charlan ante una fotografía de Balenciaga en el acto de presentación de la fundación en Getaria en mayo de 2000.
Los modistos Hubert de Givenchy, Paco Rabanne, Jesús del Pozo y Javier Larraínzar charlan ante una fotografía de Balenciaga en el acto de presentación de la fundación en Getaria en mayo de 2000.JESÚS URIARTE

"Llame a Givenchy"

El nerviosismo resulta patente en la Fundación Balenciaga. "Los patronos son los Reyes y el presidente es Hubert de Givenchy. Les será muy grato conocer estas cosas por usted". Ésta fue la respuesta dada ayer a este periódico en la institución, tras dirigirse de nuevo a ella para solicitar hablar tanto con Miren Arzalluz, a quien el PP atribuye el informe en poder de la fiscalía, como con sus máximos responsables en estos momentos.

El Ministerio de Cultura se remitió a un comunicado que hizo público en diciembre. En él señaló que no ejecuta la subvención de 1,4 millones correspondiente a 2007 "por existir suficientes indicios de irregularidades en la gestión de la Fundación". La documentación aportada por sus responsables resulta "insuficiente e incompleta". El ministerio aguarda al resultado de la invesetigación de la fiscalía.

El Departamento de Cultura insistió en que no forma parte de la fundación y aludió a la existencia de prendas, compradas por el ministerio en época del PP, y que habrían terminado en el Museo del Traje de Madrid.

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