Los ojos de la gente

Rajoy declaró el domingo 17 que el cambio a favor del PP es posible y que será real el 9 de marzo. Añadió: "Lo intuyo, lo siento y lo veo en los ojos de la gente". No dudo que lo intuya y que lo sienta. Pero es falso que vea algo en los ojos de la gente. Hubiera debido recordar a Antonio Machado: el ojo que ves no es / ojo porque tú lo veas / es ojo porque te ve. El electorado, con todos sus ojos, ve al líder, que no ve, ni puede ver, los ojos del electorado, ni individual ni colectivamente. Estamos en el momento más serio del sistema democrático y los líderes no nos ven. ¿Cómo pueden vernos si sólo en sus campañas electorales gastan cada uno quince millones de euros? Los mítines son espejos para el líder. No se convocan para que el electorado vea al líder sino para que el líder vea a su electorado y se sienta embellecido y reforzado. El líder acude a los mítines a remirarse en el espejo de la vitoreante masa cerrada. Las campañas electorales son indispensables. ¿Es indispensable también esta gigantomaquia de propuestas vacías y gastos electorales astronómicos? Sé que la frase de Rajoy es sólo una ocurrencia momentánea. Revela, sin embargo, un desenfoque profundo, un autoengaño del que los políticos no parecen capaces de librarse. Creen ver nuestros ojos, pero sólo se ven a sí mismos rebotando en un electorado ferviente y ciego. A su vez las masas cerradas de los mítines engañan a los telespectadores haciéndoles creer que ven, representadas en la masa, verdades políticas sólidas.

El escritor Álvaro Pombo es candidato de UPyD al Senado por Madrid.