Lo que cuestan las promesas

La disputa por el voto es encarnizada y se juega estos días a golpe de presupuesto y de promesa electoral.

María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del Gobierno y candidata del PSOE por Valencia, defiende una de las peores plazas electorales de España. Y durante el mes largo que ha durado la precampaña ha acompañado todos sus actos públicos en Valencia de un anuncio electoral y recordado inversiones comprometidas. No hay tiempo para grandes alardes, pero el objetivo es resquebrajar en la medida de lo posible el mensaje del agravio alimentado estos cuatro años por el PP valenciano.

En poco más de un mes, Fernández de la Vega ha anunciado y recordado inversiones ya comprometidas o nuevas -sobre todo en infraestructuras, políticas sociales y relacionadas con la I+D+i- que suman cientos de millones de euros del presupuesto público. Ahí están los 1.000 millones para la ampliación de los puertos de Valencia y Sagunto, la ejecución del AVE directo a Valencia en 2010, la ampliación de los aeropuertos de Manises y L'Altet o la construcción de 457 viviendas protegidas, con una inversión prevista de 15 millones de euros.

El PP ha decidido combatir el tirón de De la Vega con Camps y Barberá

De la Vega tiene "potencia, autoridad y credibilidad" cuando hace estos anuncios, subraya su entorno. "Antes de comprometer un solo euro, se consulta con el ministerio de turno el cómo y el cuánto. Todos y cada uno de los compromisos se recogen por escrito para que ninguno de ellos se olvide en un cajón", añaden.

"Voy a dejarme la piel en esta campaña", prometió la madrugada de ayer la candidata socialista en la apertura de campaña. Lo que significa que la vicepresidenta, que da por consolidados los siete escaños conseguidos en los comicios de 2004, peleará por el octavo.

El Partido Popular ha decidido contrarrestar el tirón de la vicepresidenta del Gobierno en Valencia y del ministro de Sanidad, Bernat Soria, en Alicante multiplicando la presencia de los miembros del Consell y los principales alcaldes en las tres circunscripciones valencianas.

No en vano, el cabeza de lista del PP por Valencia, Esteban González Pons, ha repetido hasta el hastío que en su circunscripción el "motor de campaña" son el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

Tanto es así, que las apariciones públicas de Camps y Barberá se han multiplicado exponencialmente, hasta el punto de que han llegado a solapar, ocasionalmente, la programación del propio González Pons.

En esta coyuntura, el cabeza de lista del PP por la circunscripción de Valencia ha tenido que recurrir a buscar, sin éxito, el cuerpo a cuerpo con Fernández de la Vega y a realizar grandes promesas electorales.

Tan solo en precampaña, González Pons ha valencianizado, por un lado, las promesas de Mariano Rajoy y, por otro, ha prometido grandes infraestructuras.

Entre la valencianización de las promesas de Rajoy destaca la concesión de préstamos sin interés a los inversores de Afinsa y Fórum Filatélico por el importe de la inversión realizada o la exención de declarar IRPF aquellos que ganen menos de 16.000 euros anuales.

Las promesas propias incluyen grandes infraestructuras, como la recuperación del proyecto de la ruta azul -que en su día fue descartado por el PP y que supone retirar la autovía entre Valencia y Puçol por el interior-, un centro residencial para un millar de huérfanos discapacitados intelectuales y la ampliación de la ciudad del artista fallero, entre otros.