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Crónica:Vuelta de los dieciseisavos de la Copa de la UEFA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un desastre

El Atlético se despide del torneo, incapaz de marcarle un gol al Bolton en 180 minutos

Tras pasarse 180 minutos persiguiendo una quimera, marcarle un gol al Bolton (el equipo clasificado en el 15º puesto de la Liga inglesa), el Atlético pateó su futuro europeo y abandonó el Calderón firmando un fracaso monumental, que retrotrae a tiempos en los que el Timisoara de turno era capaz de sacarle los colores. Cierto que el Bolton está muy por encima de aquel fantasmal conjunto rumano, pero la diferencia entre el Atlético y su rival no admitía dudas sobre el destino final de la eliminatoria. El cuadro inglés dejó todos los deberes hechos en la ida y ayer se limitó a guardar su morada. Y a dejar volar el reloj. Guardó su morada, voló el reloj y el Atlético tiró a la basura su carrera europea. Motivos hubo muchos: un juego plano, una falta de imaginación desesperante... Pero ayer el equipo de Aguirre buscó el más difícil todavía intentando seguir vivo en la competición a lomos de una estadística patética: un tiro a puerta en todo el partido. Bien muerto está.

ATLÉTICO 0 - BOLTON 0

Atlético: Abbiati; Antonio López, Pablo (Mista, m. 58), Perea, Pernía; Luis García (De las Cuevas, m. 55), Cleber, Jurado, Reyes; Maxi y Forlán. No utilizados: Falcón; Eller, Zé Castro, César y Quillo.

Bolton: Jaaskelainen; Hunt, Cahill, A. O'Brien, Samuel; Stelios (Iván Campo, m. 59), J. O'Brien (Abdoulaye, m. 85), Nolan, Taylor, McCann (Diouf, m. 59); y Davies. No utilizados: Al-Habsi; Teymourian, Mikel Alonso y Vaz Te.

Árbitro: J. Granat (Polonia). Amonestó a J. O'Brien, Nolan, Maxi y Diouf.

Unos 35.000 espectadores en el Calderón, con presencia de unos 4.000 seguidores del Bolton. La policía tuvo que intervenir en el fondo sur del estadio Vicente Calderón por los incidentes entre aficionados.

El Atlético intentó seguir vivo con un solo disparo a puerta. Bien muerto está
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"Ha sido un palo muy gordo"

El Atlético no tiene defensa. Y su juego, menos. Hace tiempo que anuncia ruina. Hay días en que la calidad de futbolistas como Agüero o Forlán le sirve para salir del paso. Pero, cuando al equipo se le hace de noche, lo que últimamente ocurre a todas horas, no hay rival que no se atreva a zarandearle. El Atlético se puso en manos de Cleber para que dirigiera su juego. Otra quimera. El brasileño sacó el compás y pasó lo que pasó. Nada bueno. El equipo rojiblanco dominó porque no le quedó más remedio, porque el Bolton pasó olímpicamente del balón, pero jamás dio la más mínima sensación de peligro. Acumuló ocasiones, por decir algo, sobre todo en el segundo acto. Dos veces remató Jurado, tres Forlán, tres Luis García... Hasta en 25 ocasiones lo intentó el Atlético. Sólo en una de ellas el balón fue entre los tres palos. Chutó Pernía y el portero atrapó una pelota que habría atrapado el viento, tan floja como iba. El equipo remó, incansable, para acabar muerto en la orilla, donde le llevó un rival que se echó atrás para colgarse del larguero sabiendo que estaba haciendo historia.

Aguirre solventó la ausencia de Agüero colocando a Maxi en punta. Todos lloraron a Agüero. Enfrente se encontró a un Bolton que se dio el lujo de aparecer en escena sin dos de sus mejores futbolistas, Iván Campo y el senegalés Diouf, y que se parapetó de manera descarada, con cinco centrocampistas al auxilio de sus cuatro defensas. Para que el Atlético derribara semejante muro era necesario que moviera la pelota con rapidez, de una banda a otra, la forma más fácil de desgastar al rival, de sorprenderle, evitando que se proteja a base de ayudas. No son cosas al alcance de este Atlético.

La desesperación se fue adueñando del equipo a medida que se acercaba el final. Aguirre movió ficha hasta donde le dio su banquillo, pero el Atlético se sintió cada vez más torpe, más hueco de ideas. Ni siquiera fue capaz de hacer daño con balones colgados, resueltos todos por una defensa que era un frontón. Cerró así el Atlético su ejercicio europeo, que hace meses prometía grandes momentos. Pero eso era antes. Hoy, el Atlético no promete más que vulgaridad, miedo y falta de confianza. Quizá, porque en su plantilla viven futbolistas que ni creen en el proyecto ni en su fútbol. Porque no lo tienen, quizá.

Pernía se lamenta tras una ocasión fallida.
Pernía se lamenta tras una ocasión fallida.EFE
El Getafe, superviviente en la Uefa; Atlético y Villarreal caenVídeo: CNN+

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