Valencia tiene congelado medio millón de metros cuadrados de reserva escolar

Ni todo el monte es orégano, ni en cada parcela de reserva escolar ha florecido un colegio. Transcurridos 20 años de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de Valencia -y después de cuatro mandatos de Rita Barberá al frente del Gobierno municipal- permanecen congeladas un total de 92 parcelas para uso dotacional escolar cuya superficie total es de 525.991 metros cuadrados. "El equivalente a un centenar de campos de fútbol", puntualizó ayer Carmen Alborch, la portavoz del grupo municipal socialista, en rueda de prensa junto a los ediles Juan Soto y Vicente González Móstoles, en la que denunciaron "el fracaso de la gestión del PP" respecto a la dotación de servicios públicos.

De hecho, según el exhaustivo informe presentado, "la carencia de suelo escolar se produce en 18 de los 19 distritos de la capital, y en los 14 barrios de nueva creación ya hay 9.000 niños sin escuelas", añadió Soto. Es decir, "son barrios donde, según el PP, se puede vivir; pero no estudiar", remató Alborch.

Lo más "preocupante", a juicio de los socialistas", es que 73 de las 92 parcelas están en la llamada "Valencia consolidada"; es decir, en los principales distritos del casco urbano donde el incremento demográfico "ha masificado las aulas" a niveles imposibles, sin que las parcelas "destinadas a ampliar o reformar lo colegios o institutos se hayan utilizado". Soto denunció que los datos se cargan la justificación "engañosa" del Gobierno popular de que el tamaño de las parcelas hacía inviable su uso escolar porque se necesitan 4.500 metros para un centro de una línea. En realidad, el 65% de parcelas cumple el requisto. Pero, además, el 35% tiene los 2.000 metros necesarios para hacer una red de escuelas infantiles públicas, ya que solo hay una.