Un pantano sin dueño

El embalse de Relleu está a rebosar. Acumula 4,3 hectómetros cúbicos, cantidad suficiente para abastecer el consumo humano de La Vila Joiosa, Finestrat, Orxeta y Relleu durante un año. Las aguas del río Amadorio, sin embargo, siguen su curso sin ningún control al estar esta infraestructura hídrica del siglo XVIII abandonada e inutilizada. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) asegura que no es de su propiedad y no puede actuar, mientras el municipio de Relleu, sobre el que se asienta la presa, afirma que sí, que según el catastro la CHJ es la responsable del cauce del río y por lo tanto del pantano. El diputado socialista Herick Campos gestiona con la Confederación y el Ayuntamiento de La Vila Joiosa la rehabilitación del embalse y su entorno. La infraestructura cayó en desuso en la primera mitad del siglo pasado por los sedimentos acumulados y por la construcción del embalse del Amadorio, varios kilómetros más abajo del río del mismo nombre. La polémica del agua y las lluvias que han caído en los últimos meses lo ha devuelto a la primera línea de actualidad. El plan hidrológico de la cuenca del Júcar, aprobado en 1997, incluía 3,36 millones de euros para rehabilitar la presa, pero 10 años después la obra sigue en dique seco ante las dudas sobre su titularidad.

El alcalde de La Vila Joiosa, el socialista Gaspar Lloret, considera que "deberían articularse los mecanismos para aprovechar la infraestructura y su agua para momentos de sequía". El concejal de Cultura de Relleu, José Luis Sellés, del PP, pide que se rehabilite por el valor histórico y cultural. "El agua beneficiaría a La Vila, pero para nosotros es un bien que queremos preservar y mantener", señala. "Sería magnífico", concluye. El diputado Herick Campos culpa al PP de no haber hecho nada cuando gobernó y se muestra convencido de una pronta solución. "Hay una confluencia de intereses. Los ayuntamientos, propietarios y la Confederación deben solucionarlo", añade.

El embalse está situado en el extremo sureste del término de Relleu y justo antes del de Orxeta. La presa fue construida a iniciativa de los regantes de La Vila, que recibieron en 1653 el documento del rey Felpe IV autorizando su construcción. La presa figura en el catálogo de zonas húmedas elaborado en 1998. Según los datos del catálogo, ocupa 7,46 hectáreas y contiene "agua apta para uso agrícola".

Por otro lado, la comisión de la sequía ha insistido en la necesidad de ahorrar agua, principalmente en el Júcar y el Turia. La CHJ ha lanzado una nueva oferta a los regantes manchegos para pagar por el agua que no detraigan del río Júcar, y advierte de que en el embalse de Alarcón está entrando la mitad de agua que el año pasado. En el litoral, donde ha llovido desde el otoño, se han recuperado los acuíferos. La situación preocupa en los sistemas del Júcar y Turia, al 15,58% y 40,32% de su capacidad, y contrasta con el de La Marina Baixa, con un 84,31%.