Morir en el carril correcto
Conductores 'kamikazes' han matado a seis personas este año
Seis personas han fallecido en lo que va de año al colisionar contra un vehículo que circulaba en sentido contrario, en una docena de accidentes. Casi siempre, las víctimas mortales circulaban correctamente, mientras que los infractores sobreviven al impacto.
El presunto kamikaze que el pasado domingo causó la muerte a un matrimonio en Alicante ingresará en prisión en cuanto sea dado de alta en el hospital, por orden del juez, que le imputa dos delitos de homicidio.
Los estudios vinculan estas conductas temerarias en la carretera con excesos de alcohol o drogas y distracciones por nocturnidad o una señalización ambigua, así como alteraciones psíquicas. Los expertos en seguridad vial y las asociaciones de víctimas reclaman contundencia en la aplicación de las penas, por conducción temeraria y desprecio por la vida ajena.
La DGT denomina a estos infractores Conductores en Conducción Contraria (CCC). El catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, Luis Montoro, prefiere hablar de kamikazes, que en la última década han provocado una media de 130 accidentes anuales, con entre 25 y 30 muertos cada año.
La mitad de estos siniestros ocurrió por la noche y un 25% bajo los efectos del alcohol. El 80% de los conductores eran varones y el 20%, extranjeros. Para Montoro, estos individuos recurren al alcohol y al vehículo para reducir su ansiedad y aumentar su sentimiento de superioridad, lo que "da lugar a estilos de conducción violenta, arriesgada, competitiva, temeraria, que busca sensaciones nuevas e intensas y que les convierte en kamikazes en potencia".
El catedrático de Seguridad Vial les clasifica en diez categorías: "El pagado, el desequilibrado, el violento, el resentido, el aburrido, el toxicómano, el imitador, el erróneo, el que huye y el suicida".
Los conductores en dirección contraria causaron en todo 2007 la muerte a 24 personas en 70 accidentes en vías de doble calzada, según datos facilitados por el Observatorio de la Seguridad Vial, que no incluyen la cifra de este tipo de siniestros en carreteras secundarias, en las que en la misma calzada confluyen los dos sentidos, por la dificultad de determinar si es un accidente al pasarse al otro carril o un caso de circulación a contravía, explica su directora, Anna Ferrer.
"Hay conductores que por su personalidad, adicción o enfermedad mantienen conductas arriesgadas para ellos y para la vida de los demás, y hay que sacarlos de la carretera. Las herramientas son las sanciones y la vigilancia, pero la solución no es sólo la cárcel, la rehabilitación ha de ser por otras vías, públicas o sociales", añadió Ferrer.
"Lo dramático es que siempre quedan con vida los que han provocado la muerte", afirmó Ana María Campos, presidenta de la asociación de víctimas de tráfico Stop Accidentes. "Hay conductores que se equivocan, pero hay otros que van de alcohol hasta los sesos, o tienen intención suicida, y esos, por matar, son asesinos".
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