CiU anuncia que exigirá la renuncia de Montilla para apoyar al PSOE

Por si quedaba alguna duda, CiU dejó claro ayer que su objetivo final para las elecciones es echar de la presidencia de la Generalitat al socialista José Montilla. Hasta ayer, los nacionalistas catalanes se habían limitado a decir que un eventual apoyo al PSOE tras las generales debía implicar también "cambios" en la política catalana. Ayer, el senador y número dos de la lista de CiU por Barcelona, Pere Macias, detalló más: "Montilla se podría encontrar con que dentro de dos meses no sea presidente de la Generalitat", dijo Macías. Es la segunda cabeza que piden a cambio de un apoyo a un hipotético gobierno del PSOE. El día anterior CiU, junto con PNV y BNG, había exigido un presidente del Congreso nacionalista en lugar del candidato socialista, José Bono.

Las palabras de Macias causaron revuelo incluso en la dirección de CiU. Artur Mas evitó desautorizarle, pero se mostró cauto y reiteró que ante un eventual pacto con el PSOE la federación exigirá que en Cataluña gobierne la lista más votada (CiU fue la formación con más votos en las elecciones de 2006).

Mientras, el presidente de la Generalitat daba una conferencia en Madrid donde dejaba claro que la izquierda seguirá gobernando en Cataluña aunque el PSOE pueda necesitar el apoyo de CiU para gobernar España. "No subordino ni voy a subordinar la política catalana a la lógica de la política española", dijo Montilla en el foro de Europa Press. Las advertencias de Montilla no son nuevas, pero han ido subiendo de tono conforme se acerca el 9-M. "No vamos a confundir influencia con subordinación", remachó ayer. Estas palabras fueron interpretadas por CiU como muestra de "nerviosismo extremo" por parte del presidente de la Generalitat.

Pero Montilla acudió a Madrid con otro mensaje de calado dirigido a José Luis Rodríguez Zapatero. Le advirtió de que la "desafección" hacia España que ha cundido en la sociedad catalana sólo podrá combatirse con un desarrollo rápido del Estatuto. Montilla propuso 10 medidas para combatir este alejamiento de Cataluña respecto a España, entre ellas, un nuevo sistema de financiación para la Generalitat. "Si hay una actitud dilatoria con el desarrollo del autogobierno de Cataluña sería un grave problema para la estabilidad política", advirtió.