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Reportaje:Legislación

Huelga a la francesa

Los empleados de la radio y televisión pública protestan por el plan de Sarkozy de suprimir la publicidad

La huelga contra la decisión de eliminar la publicidad de las radios y televisiones públicas francesas, anunciada por el presidente Nicolas Sarkozy, tuvo ayer un seguimiento masivo. No hubo casi servicios informativos. Lo que durante mucho tiempo fue uno de los deseos de este sector, y una de las demandas de la izquierda, se ha convertido ahora en el gran caballo de batalla del gran sector audiovisual público, compuesto por las cadenas de France Télévisions, el canal francófono internacional TV5 Monde y las emisoras de Radio France y Radio France International, con una plantilla de cerca de 15.000 trabajadores. Más de 2.000 personas participaron en una manifestación en París.

Los sindicatos dudan de dónde sacará el Estado 1.200 millones

La consigna de la jornada era "exigir la perennidad del servicio público audiovisual, de su financiación y de su perímetro, así como del respeto de su pluralismo". Y es que el anuncio del presidente, con escasas precisiones, lanzado de improvisto durante la conferencia de prensa del pasado 8 de enero, ha sembrado el temor en el sector de que, finalmente, pretenda debilitar este servicio público independiente por el sistema de reducir sus fuentes de financiación, al tiempo que reparte entre las cadenas privadas los 800 millones de euros anuales que las televisiones públicas ingresan actualmente por publicidad.

Para recuperar esta cantidad, Sarkozy sugirió un sistema basado en tasar los beneficios extraordinarios por publicidad que las cadenas privadas consigan cuando las públicas dejen de emitir anuncios, así como otros impuestos indirectos sobre los operadores de telecomunicaciones y los proveedores de Internet. También se ha especulado sobre la posibilidad de aumentar la tasa que los franceses pagan ahora por el servicio de las televisiones públicas, que cubre actualmente el 64% del presupuesto de France Télévisions, así como gravar las ventas de televisores, ordenadores personales y teléfonos móviles.

Los sindicatos, sin embargo, dudan que el Estado tenga claro de dónde sacar los 1.200 millones que costaría según sus cálculos, no sólo la pérdida de los ingresos publicitarios, sino la necesidad de fabricar programación para los espacios dejados vacíos por los anuncios.

La anterior huelga de los trabajadores del sector audiovisual público se produjo en 1979, cuando se desmontó la ORTF, el ente público francés, y se privatizó la primera cadena, la actual TF1, propiedad ahora del grupo Bouygues, cuyo presidente es uno de los mejores amigos del presidente Sarkozy. Desde entonces, el sector público lo componen France Télévisions (France 2, France 3, France 4, France 5, RFO), Radio France (France Inter, France Info, France Culture, France Musique, Fip, Le Mouv'), así como Radio France International y TV5 Monde.

La paradoja es que la izquierda lleva décadas intentando liberar a estas emisoras del fardo de los anuncios sin conseguirlo. Lo intentaron los primeros ministros socialistas Michel Rocard y Lionel Jospin en 1989 y 1999, respectivamente. Y ahora es precisamente desde la izquierda y los sindicatos que se articula la protesta. Desde el Partido Socialista se apunta que lo que Sarkozy pretende es reducir "el perímetro" del sector público del audiovisual para proceder finalmente a su privatización.

El Estado se quedaría con un grupo parecido a la BBC británica destinado, esencialmente, a propagar la cultura francesa en el exterior. Sarkozy quiere fusionar TV5 Monde y RFI con France 24, un canal creado bajo la presidencia de Jacques Chirac de carácter semipúblico, en el que France Télévisions y TF1 tienen un 50% cada una. El presidente nombrará mañana al director de este proyecto bautizado France Monde.

El Gobierno insiste en que no hay intenciones ocultas en la decisión de abandonar la publicidad. La titular de Cultura, Christine Albanel, prometió ayer que el Estado compensará "euro por euro" lo que se deje de ingresar. Patrick de Carolis, presidente y director general de France Télévisions, un cargo eminentemente político, anunció que pedirá garantías de compensación de las pérdidas al Gobierno.

Manifestación en París de los trabajadores de los canales públicos franceses.
Manifestación en París de los trabajadores de los canales públicos franceses.ASSOCIATED PRESS

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