Rajoy rechaza que los inmigrantes puedan votar en las municipales
Aguirre y Botella pidieron lo contrario que el líder del PP
"No estoy a favor de ampliar el derecho de voto a nadie, aunque no me opongo a un planteamiento común en Europa". Con estas palabras, Mariano Rajoy dejó clara ayer en Berlín su postura contraria a que los inmigrantes puedan votar en las elecciones municipales.
De un plumazo, el líder del PP desautorizó a personalidades relevantes de su partido, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y la concejal del Ayuntamiento de la capital Ana Botella, que han venido defendiendo ese derecho de los extranjeros no comunitarios desde hace más de dos años.
El mismo debate hizo aflorar, en su día, posturas contradictorias en el PSOE, que acabó aparcando una decisión al respecto.
Ahora mismo, los inmigrantes pueden votar, tras una serie de años de residencia, en Irlanda, Suecia, Dinamarca, Holanda y Reino Unido. Sarkozy propuso una medida similar cuando era ministro del Interior, aunque aún no la ha llevado a cabo.
Mariano Rajoy viajó ayer hasta Berlín para mostrar, en plena precampaña electoral, que cuenta también con el apoyo de la alemana Angela Merkel, que le recibió poco más de media hora en la sede de la cancillería.
El líder del PP compareció solo en la sede de la CDU, el partido de Merkel, para defender sus propuestas sobre inmigración y prometer que si gobierna hará todo lo posible para crear un "contrato de integración europeo", que sirva para todos los países de la UE. En ausencia de representantes de Merkel, Rajoy aseguró que a la canciller le pareció una idea "muy interesante".
Inmune a las críticas
El líder de la oposición no parece muy preocupado por las acusaciones de xenofobia que ha recibido por su discurso sobre la inmigración. "Me traen sin cuidado. Yo me tomo en serio este asunto mientras ellos despachan mi propuesta con dos o tres frases demagógicas". Cuando fue preguntado por las declaraciones de un miembro de su dirección, Miguel Arias Cañete, quien dijo que la inmigración ha provocado que los camareros ya no sean "tan eficientes como los de antes", Rajoy se limitó a decir: "Vamos a lo importante".
El líder del PP volvió a España satisfecho, convencido de que cuenta "con el apoyo del corazón de Europa". Y aprovechó para defender las reformas económicas de Merkel y criticar la inflación en España.
Rajoy dio un ejemplo que ha comprobado en Berlín: en Alemania un litro de leche cuesta 70 céntimos, en España un euro. Sin embargo, otros muchos gastos básicos, como la gasolina, en ese país cuestan casi un 30% más que en España.
Rajoy le regaló a Merkel jamón de Teruel, morcilla de Burgos y cava de Girona, tres provincias prioritarias del PP, en las cuales ese partido espera recuperar un diputado.
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