El Carmel emprende su esperada reforma y tendrá una nueva Rambla
750 viviendas serán derribadas y otras tantas construidas en 12 años
En el Carmel hay edificios en los que no entra el sol nunca. Zonas con un desnivel del 15%, que supone que algunas fachadas estén a un nivel por un lado y, por otro, tres pisos por debajo. Hay fincas de viviendas unidas literalmente unas a otras formando una suerte de doble fila con un estrecho pasillo de acceso. Pocos espacios públicos, pocas plazas y menos zonas verdes.
Ese es el panorama que hace un año supuso la suspensión de licencias para preparar lo que será una importante intervención urbanística que persigue esponjar: sustituir viviendas y abrir espacios. Ayer se dio el primer paso con la aprobación en la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona de la modificación del Plan General Metropolitano para una amplia zona del Carmel: 119 hectáreas en las que viven algo más de 50.000 personas.
Las líneas generales de la intervención las presentó la concejal del distrito de Horta-Guinardó, Elsa Blasco (ICV-EUiA). Argumentó que en el Carmel hay edificios en los que no cabe una rehabilitación porque hoy en día son infraviviendas. La intervención se centra en seis zonas concretas a uno y otro lado de la Rambla del Carmel, sobre todo en las áreas de más pendiente. Por ejemplo, en la calle de Sigüenza, en la parte más alta de la de Calderón de la Barca y en la de Doctor Bové.
En total se calcula que se construirán 750 pisos para sustituir a otros tantos que serán derribados. Todos serán de protección pública. Lo que se concretará más adelante son las condiciones económicas a todos los afectados, que pueden ser unos 2.000 a una media aproximada de algo más de dos personas por cada una de las 750 viviendas que se sustituirán. Este es uno de los puntos que en todas las intervenciones urbanísticas suele ser complejo, y muchas veces conflictivo. "De momento, hemos ido hablando con asociaciones y entidades, y también con los partidos de la oposición", concretó la edil.
"No sólo se trata de derribar edificios, también se abrirán espacios en algunas manzanas que ahora están completamente edificadas", explicó Elsa Blasco. Con las cantidades aprobadas inicialmente ayer, se ganará un total de 15.000 metros cuadrados para equipamientos y zonas verdes y se obtendrá suelo para unas construir 800 nuevas plazas de aparcamiento. La falta de aparcamientos es otro problema del barrio.
En cuanto al espacio de zona verde, gran parte de los 10.000 metros cuadrados que se ganarán estarán en la propia Rambla del Carmel, que se pretende cambiar prácticamente en su totalidad para que se convierta en un espacio de centralidad y paseo -más verde que el actual-, y no un mero distribuidor de tráfico desde el túnel de la Rovira hasta la Ronda de Dalt. Para ello, la idea es soterrar parte de los viales y dejar sólo en superficie los que sean únicamente de conexión con el barrio.
12 años y 300 millones
La intervención que arrancó ayer no deja de estar estrechamente relacionada con el hundimiento del túnel del metro que afectó a más de un millar de personas. Fue hace poco más de tres años y el detonante para que se revisaran los eternos planes especiales de reforma urbanísticos de los años ochenta no ejecutados o realizados de forma parcial.
Ahora lo que se pretende es una intervención progresiva, diseñada con un horizonte de 12 años; es decir, abarcará cuatro mandatos. "Quiere ser una guía de todo lo que hay que hacer", matizó ayer el tercer teniente de alcalde, Jordi William Carnes. El edil se mostró optimista para recabar el necesario respaldo de algún grupo de la oposición a fin de que lo aprobado ayer por el equipo de gobierno se ponga en marcha. Eso se verá el próximo 21 de febrero en la comisión de urbanismo del consistorio.
La inversión que se prevé para toda la intervención urbanística no bajará de 300 millones de euros, entre la iniciativa privada y la pública. De acuerdo con los datos facilitados ayer, la aportación municial a fondo perdido será de 76,5 millones de euros.
Si todos los plazos van bien, en 2010 ya estarán listas las primeras viviendas para realojar a parte de los afectados, y el compromiso es que nadie saldrá del barrio.
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