Redford moviliza Barcelona

Robert Redford está en Barcelona. El actor y director no va a protagonizar ninguna gran superproducción ni un anuncio de cava. Viene a la Ciudad Condal a promocionar el cine independiente en la nueva pequeña pantalla, no la de televisión, sino del móvil.

Le han invitado los organizadores del Congreso Mundial del Móvil (Mobile World Congress) que se celebra esta semana en la capital catalana y que reúne a 50.000 directivos de 1.200 empresas como Nokia, Google, Microsoft, Telefónica, Vodafone, Yahoo! y tantas otras.

La estrella parecía el alcaide de 'brubaker' paseando por el barrio gótico

El veterano actor ha eclipsado con su presencia a todos ellos y se ha convertido en la imagen del congreso. Llegó a la Ciudad Condal en un avión privado en compañía de su familia y se alojará en el hotel Ars, símbolo de la Barcelona olímpica que ha acogido también a estrellas como Leonado DiCaprio, Harrison Ford, Sandra Bullock o Bruce Springsteen.

Redford viene a Barcelona como máximo promotor del Festival de Sundance y el instituto que lleva el mismo nombre que desde 1981 se dedica al desarrollo de artistas independientes, y que se ha convertido en el primer escaparate del cine alternativo.

Como responsable de Sundance, Redford va a firmar un acuerdo de colaboración con la asociación global de los operadores de telefonía móvil (GSMA) para estimular la producción de cortometrajes vanguardistas para el móvil, la llamada cuarta pantalla.

Para ello se ha creado la compañía Mofilm que, además de contar con la colaboración de Sundance, ha integrado también cortos de los festivales de Shanghai y de Locarno, así como del proveedor líder de contenidos indios de Bollywood, Hungama Mobile, para exhibir una colección de cortometrajes en móviles. El congreso también cuenta con la presencia de la actriz Isabella Rossellini, que ha participado en la serie de cortometrajes para móviles Green Porno.

Redford, que ya fue tentado por los organizadores del evento el pasado año pero que finalmente no pudo asistir, aprovechará su estancia en Barcelona, de cinco días, para conocer la ciudad y hacer turismo.

El actor paseó ayer por las calles del barrio gótico de la capital catalana en compañía de alguno de sus allegados. Con tejanos, chaleco de plumas, gorro calado y gafas de sol, parecía el protagonista de Brubaker, la película en la que el californiano hace de alcaide reformista de una prisión.

El director de Gente corriente está más ajado, pero su rostro, cargado de arrugas, aún despierta el reconocimiento de la gente, como los paseantes que ayer se paraban perplejos cuando la estrella del cine caminaba por la plaza de Sant Jaume.