Un valenciano en la corte de Detroit
José María Alapont saca de la quiebra a la multinacional estadounidense Federal Mogul
Hace apenas un mes una de las grandes empresas fabricantes de componentes para la automoción, la norteamericana Federal Mogul, se encontraba bajo la disciplina del capítulo 11, algo parecido a la suspensión de pagos europea. Hoy hace gala de una buena salud e incluso presume de tener una liquidez de 1.000 millones de dólares para adquisiciones de empresas. El artífice del cambio ha sido José María Alapont, un valenciano (El Puig, 1951) que tomó las riendas de la compañía hace tres años y cuya trayectoria trae a la memoria algunas figuras de directivos españoles que se han acercado a las cimas más altas de la industria automovilística mundial.
En octubre de 2005 Alapont había encarrilado ya la recuperación del fabricante de vehículos industriales Iveco, perteneciente al Grupo Fiat, cuando recibió la llamada de auxilio de Federal Mogul, que ya había pasado por dos anuncios fallidos de salida de su situación de quiebra. Su experiencia en otros dos grandes grupos de la industria de componentes del automóvil como Delphi y Valeo era un buen referente junto a sus 14 años ocupando puestos de distinta índole en Ford, a la que se incorporó en 1974 con el arranque de la planta de Almussafes tras terminar sus estudios de ingeniería industrial y filología.
Alapont ha sabido aplicar el control de costes con gran eficacia y ha logrado ahorrar en producción de 500 a 600 millones de dólares
Le convenció el reto de sacar adelante una empresa que factura cerca de 7.000 millones de dólares con más de 100 plantas de fabricación en todo el mundo, 25 centros de distribución de productos y 17 centros de investigación y desarrollo, con una plantilla total de 50.000 empleados repartidos por 35 países.
Sede en Detroit
Federal Mogul nació en 1889, antes incluso que muchos grandes fabricantes de automóviles. Tiene su sede central en Southfield, en el entorno de Detroit, el mayor centro productor automovilístico del mundo, y había entrado en bancarrota tras la demanda judicial interpuesta en 1995 por el Chase Manhattan Bank a su filial británica productora de materiales de fricción fabricados con amianto, Turner & Nevall. Un capítulo 11 por tanto con dos frentes de batalla, uno en EE UU y otro en Reino Unido, donde se encontraban la mayor parte de las víctimas y la sede del fondo para su defensa, al que se adjudicó el 50,1% de las acciones de Federal Mogul.
Cuando llegó Alapont en 2005 llevaba cinco años bajo el régimen del capítulo 11 con dos intentonas-anuncio fallidas de abandonarlo. "En los 30 primeros días me reuní con todo el equipo de dirección, más de 300 ejecutivos, y les presenté una estrategia que fundamentalmente separaba el reto que teníamos en dos caminos convergentes pero separados: salir del capítulo 11 y al mismo tiempo que todo el mundo se dedicara a desarrollar una empresa de primera clase, globalizada y líder en tecnología, innovación y competitividad de costes".
Han conseguido firmar acuerdos con los Gobiernos implicados, los acreedores, las compañías de seguros, fondos de pensiones... sin ninguna reclamación pendiente, al mismo tiempo que trataban de construir una nueva empresa "capaz de generar un crecimiento sostenible, global y rentable".
El ajuste, que se completará en 2009, afecta a 25 plantas, de las que ya hay 20 cerradas, y el abandono de dos actividades, con un coste de unos 150 millones de dólares.
Durante el primer trimestre de 2007 se cerraron los acuerdos para abrir una línea de crédito con JP Morgan y CityGroup por valor de 3.500 millones de dólares, "con unos costes muy ventajosos ya que son 190 puntos por encima del Libor, cuando se encuentra actualmente en 350 o 400 puntos por encima", señala Alapont. "540 millones corresponden al crédito revolver, y la mayor parte de los 2.960 restantes se aplicarán a los compromisos correspondientes, por lo que resurgimos con una cuenta de resultados sana y una liquidez de más de 1.000 millones de dólares que nos permitirá la adquisición de nuevas empresas".
Llevan ya varios trimestres con resultados brutos positivos que cambiaban de color al aplicarles las obligaciones del capítulo 11, y aunque preparan ahora su reincorporación a los mercados bursátiles, ya llevan algún tiempo cotizando en el When Issues Market, una figura que permite la legislación de Estados Unidos para las empresas que se incorporarán próximamente a la Bolsa. Con una evolución bastante satisfactoria en el caso de Federal Mogul.
La mayoría de la propiedad de la empresa creada para salir del capítulo 11 sin responsabilidad sobre los procesos anteriores permanece de momento en manos del fondo de los afectados por el amianto (50,1), con el 49,9% distribuido entre los acreedores a los que se ha cambiado sus bonos por acciones. Pero la figura que se encuentra detrás de todo este proceso, titular de la cuarta parte de las acciones y con intención de adquirir hasta el 75% de las mismas según los acuerdos firmados, es el magnate estadounidense Carl Icahn, con el que Alapont mantiene "una buena relación". El directivo español dispone también de un 4% del capital de Federal Mogul.
El éxito de José María Alapont en la gestión de un capítulo 11 no ha pasado inadvertido en la corte de Detroit, poco acostumbrada a la presencia de españoles desde la salida de José María López de Arriortúa del cuartel general de General Motors.
Alapont no ha descubierto el Mediterráneo con el control eficaz de los costes, una de sus principales herramientas, pero sí ha sabido aplicarlo con mayor eficacia ya que ha conseguido reducir los costes de producción en unos 500 a 600 millones de dólares. ¿Cómo?: por un lado, mejorando la productividad con una mayor optimización de los procesos y la globalización de la mano de obra; por otro, aplicando los ajustes establecidos (25 plantas), y finalmente, "aplicando procesos de diseño con una mentalidad de eficiencia de coste desde el primer momento que piensas en el producto. Actualmente estamos haciendo un importante esfuerzo en ese sentido para reducir el coste de los materiales".
Tres tercios
Su facturación actual se reparte casi al 50% entre Norteamérica por un lado y Europa y Asia por otro, pero sus intenciones son que en 2010 sean tres tercios semejantes, uno para cada continente. En Europa esperan un rápido crecimiento en Rusia, semejante al comportamiento que esperan en China, India, Japón y Tailandia. Se trata de un equilibrio "muy importante porque es un reparto casi idéntico al del mercado del automóvil. Queremos tener las mismas cuotas de mercado en todas las áreas, no sólo en los mercados maduros".
Otro de los logros de los que más orgulloso se muestra Alapont es el hecho de que no haya ningún cliente en la actualidad que represente más del 7% de su facturación, "algo difícil incluso en otros muchos sectores" y que su dependencia de los tres grandes de Detroit (General Motors, Ford y Chrysler) no llegue al 13% en total y al 9% en Norteamérica. Asimismo, espera seguir potenciando sus ventas en el mercado de los recambios -el 40% de la facturación actual-, con marcas como Champion, Ferodo...
Para este año prevé una caída del mercado norteamericano, el mantenimiento del europeo y un crecimiento importante en Asia y Europa del Este, por lo que va a seguir beneficiándose de su "equilibrio casi natural" entre las ventas en dólares y en el resto de las monedas. Alapont cree que va a poder seguir aprovechando la consolidación de sus cuentas en dólares ya que no ve un reforzamiento de la divisa de EE UU: "A medio plazo, seguirá en los niveles actuales. La competitividad de las distintas monedas es el resultado natural de los mercados y hay que ser conscientes de que seguirá así, y lo que tenemos que hacer es esperar que haya próximamente una moneda sólida en los mercados asiáticos".
"España debe seguir el camino de Francia y Alemania"
Federal Mogul tiene una fábrica en Badalona y dos centros de distribución de recambios en Madrid y Barcelona. Factura unos 100 millones de dólares al año y da empleo a 300 personas a las que no les ha afectado el ajuste. Al contrario, señala el presidente de la multinacional norteamericana, "tanto la producción de Badalona como los centros de recambio han aumentado su actividad últimamente".
En cuanto a sus posibilidades de expansión "dependen de la adquisición de grupos globales con actividades en España. Y en ese sentido sí que hay oportunidades porque España ha tenido un desarrollo tecnológico muy importante en el sector del automóvil en los últimos 25 años y con las reestructuraciones y los acuerdos necesarios entre la empresa y los agentes sociales podemos encontrar soluciones como las que tenemos en Alemania, por ejemplo, donde tenemos más de 7.000 empleados, 10 plantas y cuatro centros de desarrollo y, donde gracias a los acuerdos y las reestructuraciones, hemos logrado mantener una competitividad tecnológica y de valor añadido importante".
Según Alapont, España debería seguir el mismo camino de Alemania y Francia, con ajustes que han logrado mantener un nivel de actividad importante. "La industria automovilística española, con ventajas en el pasado por sus costes laborales, tiene ahora el reto de demostrar su competitividad. Las empresas y los agentes sociales tienen que hacer esfuerzos importantes para alcanzar una mayor flexibilidad laboral, más productividad, máxima utilización de la capacidad instalada... todo ello con costes laborales estándar, porque no se puede ser competitivo con costes laborales altos y, al mismo tiempo, aplicar pluses de fin de semana, nocturnidad...".
Se trata de reducir diferencias con los países más aventajados ya que en sus planes de ampliación en Europa no figuran demandas específicas. "Podemos invertir en Alemania, Francia o España", señala Alapont, "lo importante es la productividad, los resultados... De momento tenemos una planta en Badalona y casi todos sus productos son muy competitivos".
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